El cine VILANCA
Quin, mayo de 2007
Sumario
CASAS Y COSAS DE ARIJA: El Cine VILANCA
Paralelamente a la Casa de Falange, otro edificio que dio mucho juego, alegría, refugio y diversión, y calor a las gentes de Arija, después de la Guerra Civil, fue el Cine Vilanca.- Calor, en el sentido de no pasar frío en las gélidas tardes de los domingos en los inviernos, con grandes nevadas en la puerta.-
El Cine Vilanca, cuyo edificio donde estaba ubicado era propiedad de Cristalería Española, estaba situado a continuación de la Casa de Rámila.- Ambas casas, el Cine Vilanca y la Casa de Rámila, hoy día están desaparecidas por las aguas del pantano.- Hay una magnifica foto-postal de Ruperto Cebrián del año hacia 1.910, aportada por Uca Rapp, donde se ve lo que fue la Casa de Rámila, primera a la derecha con galerías, y a continuación está el edificio que fue el Cine Vilanca, que en la postal dice que es Teatro.-
Yo, como Teatro no lo conocí. Lo conocí cuando en este edificio se proyectaban películas y se hacía baile.- (Digo magnífica foto porque su imagen define muy bien el sitio y los edificios tal cual eran en la realidad. Todas las fotos captan "la realidad", pero no sé qué tiene esta foto, que quien lo conoció se mete dentro de ella sin quererlo).-
Este edificio, donde estaba el Cine Vilanca, hacía de medianera con otro edificio de viviendas por la parte de detrás (que en la postal no se ve), que también era a la vez medianera con la Casa de Rámila, formando los tres edificios, un conjunto en forma de plaza en U, que no recuerdo muy bien si se llamaba Plaza de Rámila.-
Este conjunto de tres edificios, junto con otro pequeño establecimiento donde vendían productos alimenticios, bebidas y chucherias, que se construyó adosado en la parte que se ve de fachada ciega, en la parte derecha de la Casa de Rámila, justo detrás de esos dos señores que se ven en la postal dándose la mano, donde uno de ellos está subido en un caballo, y que dicho local no está en la postal, porque se construyó después de la Guerra Civil, y la postal es del año 1.910, tienen entre los "cuatro edificios", muchísima historia de Arija a sus espaldas.-Este edificio, que en la postal no existe, está descrito en el relato La Casa de Rámila en el subtítulo "Los gofres de Conchita".
El edificio donde situamos el Cine Vilanca, tenía forma de rectángulo, con unas medidas que podían aproximarse a, trece metros de ancho por treinta y cinco de largo, donde en esas dos ventanas laterales que se ven en el edificio (en la foto) estaba la cabina de proyección, y al fondo, hacia la derecha, el telón donde se proyectaban las películas; a continuación de las dos ventanas había una puerta por donde se entraba al local.-
El cine por dentro
Este Cine, era un cine de… andar por casa, porque no era un local construido para cine, sino que era un local que se aprovechó para dar cine.- Es muy posible que el mismo local que conocí como Cine Vilanca, con sus escaleras, sus barandillas y sus palcos de madera, fuese el que tal cual, se proyectó para Teatro, que dice la foto-postal, ya que su estructura y su forma del interior, parecía delatar fuese la misma obra original que se construyó para tal fin.-
El local, como Cine, porque también hacía de Salón de Baile, lo podemos dividir en tres estancias, aparte de la cabina de proyección que lógicamente estaba aislada del público.-
En la planta baja estaba el "patio de butacas", que simplemente era un salón rectangular con el suelo plano, con bancos, algunos con el respaldo de listones corridos como los de los parques y jardines, y sillas plegables como las de las cerveceras.- Por unas estrechas escaleras de madera protegidas con una barandilla también de madera, por el lado del telón, se llegaba a la planta superior, donde estaba el "palco", una pequeña estancia para doce personas, acotado por los laterales con mamparas de madera, y por detrás, por donde se entraba al palco había una gruesa cortina de color negro.-
Este palco, estaba justo enfrente del telón, donde a la altura de los ojos se veía la película: era el mejor sitio del cine para ver la película 0… para no verla… distraído haciendo manitas, ya que allí llevaban los mozos que disponían de parné, a sus novias, que aunque estos novios, se mezclaban con alguna señora de alto copete, o algún matrimonio de nómina no corriente y cara reluciente de la Fábrica de Cristalería Española, o con hijas de los directores, que medio de tapadillo, porque era como rebajarse un poco a la plebe, iban a ver la película sobre todo los sábados por las noches, no era inconveniente para que los susodichos novios se intercambiasen su amor (sin besos escandalosos) .-
Estos, los que iban al palco, a pesar de estar todos muy juntos por el pequeño tamaño de la estancia, "se hacían los tontos", y disimulaban con la película como que no veían las carantoñas y achuchones que los novios se daban (no tantas, ni tan descaradas, como las que se hacen hoy día).-
Nosotros, los chavales, lo veíamos todo por fuerza, (por eso puedo contarlo); porque el gallinero, que era la otra estancia donde íbamos todos los pringaos, toda la ruidosa chavalería, estaba en los laterales del cine, e iba desde los palcos hasta el telón.
Todos los detalles del local, delataban que había sido construido más para teatrillo que para cine, ya que para ver películas era incomodísimo, sobre todo desde el gallinero, que no era más que un banco corrido en la planta superior, todo a lo largo de los laterales del cine, protegido con una barandilla de madera que te permitía meter los pies, y donde apoyábamos los codos y la barbilla para ver la película de medio lado.- Esto en lo que llamaban "delantera de gallinero", que era un privilegio poder sentarte en aquel banco, ya que por detrás, había otros tres bancos en forma de escalera, desde donde casi no se veía nada.- (Estos bancos, estaban hechos con tablones, en unos te sentabas y en otros se apoyaban los pies).-
El chaval que, por listo, porque la entrada costaba lo mismo, conseguía coger sitio en la "delantera de gallinero", era el auténtico rey del cine, desde donde sin querer (o queriendo) veíamos todo el panorama del local: si mirabas a la derecha (según en cuál de los dos lados del gallinero te sentaras, en un lado seria a la derecha y en el otro seria a la izquierda, yo solía ponerme nada más subir la escalera, o sea que el telón lo tenía a la derecha), que para eso sacábamos y pagábamos la entrada, veías, si podías y te dejaba la alborotada chavalería, la película programada; si mirabas a la izquierda, veías a los novios; y si mirabas hacia abajo, veías "todo el patio de butacas", muy cerca porque la planta no era muy alta, y se veía todo el panorama de la gente mayor, seria y formal (que terminaban siendo los peores del cine) haciendo fechorías como niños.-
Las proyecciones
Total que, cuando íbamos al cine en Arija, todos los domingos terminábamos viendo "cuatro películas": la programada (la que pagábamos por verla), el NO-DO (noticias de Franco), la de amor (los novios), y la del Oeste, porque el panorama del patio de butacas parecía el SALOON BAR de una película de vaqueros.-
De las cuatro películas, la más aburrida era la de amor: ¡siempre lo mismo!
De la película del NO-DO, lo que más nos gustaba a los chavales era "la música de presentación" del NO-DO al principio, "una música muy especial", que siento no poder reproducir aquí y ahora, junto con el águila que se te venía encima con el escudo de España, y al final cuando ponía FIN, acompañado también de una música muy bonita, que se nos quedaba metida en los tímpanos; porque de las fábricas y de los pantanos que inauguraba Franco, y del progreso que experimentaba España año tras año reflejado en los reportajes del NO-DO, a los chavales nos importaba todo un bledo; quizás disfrutábamos con alguna noticia curiosa, de risa o de deportes.-
La película de abajo, "lo del patio de butacas", lo del SALOON BAR del Oeste, sí que era la gran película.- Estos espectadores serios, personas mayores, comerciantes y de toda clase de oficios, mezclados con mozos de aspecto dandy, cuadrillas de chicas de buen ver, y matrimonios del barrio obrero, eran como niños.- Las gentes de Arija siempre tuvieron muy buen humor, bastaba cualquier circunstancia para con ello hacer una juerga, (creo que ya lo he dicho en otro sitio).-
A raíz de la Guerra Civil, en Arija, en el cine, se comían muchos cacahuetes (todavía no se habían "inventado" las "pipas" ni las "palomitas de maíz") mientras se veía la película.- Las personas mayores, algunos, llevaban los bolsillos ¡llenos de cacahuetes!; otros, alguna naranja o alguna mandarina, creo que para paliar un poco el hambre.- Pues bien, entre los cacahuetes y las peladuras de las naranjas y de las mandarinas, pasaba de todo entre los espectadores… ¡¡¡"formales"!!!….- (Que el lector se imagine lo que quiera que… acierta).-
A algunos, cuando llegaban tarde al cine, mientras buscaban asiento, el haz de luz de la proyección les cogía de lleno, y se proyectaba su silueta caricaturizada en el telón, que se conocía muy fácilmente de quien se trataba.- Si el personaje era popular, el lío, los abucheos cariñosos, los silbidos y los chistes, la juerga sana, ya estaba formada.- (Que el lector también se imagine lo que quiera que…también acierta).-
En una foto aportada por Esther González, de fecha hacia 1.950, aunque esta foto es en un día de baile, se ve perfectamente la ventanilla cuadrada, por donde se proyectaba la película desde la cabina, y al lado hay otra ventanita pequeña alargada por donde el técnico de proyección, el Sr. Eloy ó el Sr. Caro, se asomaban para controlar la buena marcha del espectáculo, que en aquellos años era muy difícil darlo a plena satisfacción de los espectadores, por una cantidad de inconvenientes que vamos a describir, aunque precisamente todas esas dificultades servían de incentivo para, tomándolo todo con humor, divertirse más las gentes.-
Este Cne Vilanca en un tiempo lo regentaron los señores Amadeo Vid, Emilio Lantarón, y el Sr. Caro, que le dieron el nombre al cine combinando letras de sus apellidos: "Vi"de Vid, "Lan" de Lantarón, y "Ca" de Caro,"vilanca", siendo el Sr. Caro el técnico de proyección, que según mi información es Luciano Caro, el mismo que abrió un taller de bicicletas en la Casa de Rámila.-
Antes, este cine estuvo regentado por el Sr. Riobello y el Sr. Eloy, siendo el Sr. Eloy el técnico de proyección, y el cine se llamaba Cine Rámila.-
Pues bien, éstos señores, se las veían y se las deseaban en aquellos años para poder dar cine de calidad, a satisfacción de los espectadores, aunque estos se conformaban con lo que fuese.-
Por aquellos años de la posguerra, técnicamente, en Arija, era imposible dar una buena proyección cinematográfica .- La primera dificultad que tenía el Sr. Eloy o el Sr. Caro, era que el cine solo disponía de un proyector, y ocurría que como las películas venían en cinco o seis rollos, cada vez que se terminaba un rollo, había que quitarlo de la máquina para cambiarlo por otro.- Mientras, en el cine, daban la luz, se perdía tiempo y se perdía el enlace de los fotogramas que, vaya usted a saber con qué imágenes enlazaba el rollo siguiente con el rollo anterior.- Esta dificultad, este intervalo, a las gentes las importaba… nada; se aprovechaba para hablar, para saludarse ó para tirarse cosas (moderadamente, sólo por hacer gracias); en fin, para pasarlo bien formando "otro espectáculo".-
Todavía recuerdo, como estos rollos de las películas, que venían protegidos en cajas redondas metálicas, venían a la vez metidos en sacos como de correos, y los descargaban desde el vagón del tren de La Robla, tirándolos al andén de la estación, con un total desprecio como si fuera un saco de escombros.
Otro inconveniente era que, para la proyección, la luz, se producía con arco voltaico, con electrodos de carbono que se consumían muy rápidamente y de una forma desigual, y los técnicos tenían que estar muy atentos para que la intensidad de la luz fuese uniforme.- Para ello, tenían que conseguir que la distancia entre los electrodos fuera siempre la misma, cosa difícil porque un electrodo se quemaba antes que el otro, y cuando se quemaban, había que sustituirlos rápidamente por otros.- Esto se traducía en que el espectador percibía en la proyección de la película cambios de luz muy fuertes, incluso quedando la proyección ciega cuando juntaban los dos electrodos.- No importaba nada, cualquier cosa servía para… hacer bromas.-
Más gordo que esto, eran los cortes de la película.- Como eran películas muy usadas, y el proyector no era muy bueno para que sus “engranajes” sincronizasen con los agujeros de la cinta , el celuloide, la película, se rompía al paso por la maquinaria y se interrumpía la proyección cuando los espectadores estaban mas embobados con la trama del argumento.- Otra vez a dar la luz en el cine, un descansito, y a pegar la cinta para poder seguir con la proyección del rollo, que el Sr. Eloy ó el Sr. Caro, me parece que lo pegaban con acetona.- Mientras pegaban la cinta, se secaba y se engranaba otra vez el rollo, en el telón veíamos las sombras de los operarios moviéndose arreglando la avería (una gozada).-
Ocurría también muy frecuentemente, sería por la vieja maquinaria del proyector, que la imagen no se proyectaba sincronizada en la pantalla; es decir, la escena no se veía entera, se veía partida por la mitad, apareciendo una molesta línea negra que dividía la imagen en dos mitades, una parte de arriba era la mitad de un fotograma y la otra parte de debajo era la otra mitad de otro fotograma.- Exagerando, podemos decir que veíamos a los caballos correr encima de los sombreros de los mismos vaqueros que los montaban; ó cuando la película era de amor, se quedaban las caras partidas por la mitad, viéndose los ojos por debajo de las barbillas.- Cuando ocurría esto, los espectadores gritaban todos,…¡cuadro!…¡cuadro!....para llamar la atención de los técnicos que estaban distraídos en la cabina, para que lo corrigiesen.-
Esto, más que un inconveniente para los espectadores, la gente lo aprovechaba para divertirse, sobre todo nosotros, los chavales, que para este defecto, siempre teníamos la escopeta cargada, y en cuanto aparecía en la pantalla la proyección de la película con la imagen distorsionada, chillábamos, pataleábamos, gritábamos, voceábamos a pleno pulmón todos a la vez para que nos oyera el Sr. Eloy o el Sr. Caro: ¡¡¡cuadro!!!…¡¡¡cuadro!!!…¡¡¡cuadro!!!… (Cualquier cosa era “pura alegría”).-
Lo de la censura, era el remate final para que la película te dejase pensando si era así o la faltaba algo.
Veías saltos durante la proyección, que no venían a cuento y no tenían ninguna explicación; por ejemplo: cuando los protagonistas se iban a besar, un instante antes de hacerlo, en un salto de prestidigitación, aparecían paseando por el jardín hablando tranquilamente y te dejaban pensando si se habrían besado ó no.- Había otros saltos más grandes que, nunca supimos que era lo que querían ocultar.-
Y ya, para rematar la faena, para que los cinéfilos disfrutaran a tope del argumento y los diálogos de los personajes, el ruido que hacían los engranajes de la maquinaria del impreciso proyector a medida que iba pasando la película, bastante fuerte, salía por las ventanitas de la cabina, acompañándote en todo el local del cine, también en el "gallinero", durante toda la sesión, hasta que en el telón ponía…¡¡FIN!!.- Era un ruido de "auténtico sabor a cine", y llegabas a acostumbrarte a ver la "peli" con este ruido de fondo.-
En este gallinero, como llegaras tarde , los chavales no te dejaban sentar en el banco delantero, en sitios de privilegio, y te iban echando hacia una esquina, hacia el telón, o sea, al peor sitio del cine, y llegabas a estar tan cerca de los altavoces y ver a los artistas de medio lado con los ojos nariz y boca en una perspectiva tan torcida, (casi tocábamos el telón con la mano) que los cinco ó seis chavales que estaban en este sitio, optaban por mandar a la porra la película y se buscaban otras diversiones como: sentarte en la escalera a hablar, ó subir y bajar por las escaleras, pasar de una parte a otra del gallinero, dando algún capón a algún amigo y escondiéndote en la cortina negra del palco, ó debajo de los bancos.- En fin, las cosas que hacen los chavales cuando quieren divertirse a lo gamberrete jorobando e incordiando a los amigos, si hay un poco de confianza con los “compañeros”.- (quiero advertir al lector que, en este cine no había acomodadores ni localidades numeradas; el cine se gobernaba con las broncas de los espectadores y la ley del más fuerte).-
Resumiendo: abajo, estaba "el patio de butacas" donde iban los mayores, las personas serias, y la cabina de proyección aislada del resto del público; arriba, "el palco", donde iban los novios pudientes y matrimonios de cara reluciente, y "el gallinero", donde íbamos toda la chusma de pringaos, la ruidosa chavalería.-
Con esta foto, que no es del cine de Arija, podemos explicar muy bien como era el “Cine Vilanca” por dentro. Poniéndonos mirando a la pantalla, a la derecha había unas escaleras que subían a la zona del palco y del “gallinero”, que estaban en el mismo plano. El “gallinero”, donde nos poníamos los chavales, era en los dos laterales del cine; y el palco, donde iban parejas de novios y gentes que no querían mezclarse con el batiburrillo de los de abajo, estaba justo atrás, enfrente de la pantalla .En la zona de abajo donde están toda esta gente, había bancos corridos movibles y sillas plegables para ver la película que, cuando se hacía baile, los bancos corridos se arrimaban a las paredes laterales del local y las sillas se subían al “gallinero”.
Los chavales, durante la película, chupábamos barritas duras de regaliz puro, de color negro, de largas como un lapicero nuevo entero, o mascábamos palos dulces de regaliz, que terminaban causándote dentera porque no se comían, se chupaban quedando los hilos de las raíces al descubierto; nos duraban toda la tarde.- Todas estas chucherías las comprábamos, casi siempre, en la tienda de "Los Barquilleros" -
Con esto del regaliz, me viene a la memoria, como que quiero recordar que, en la posguerra, en algún establecimiento, nos admitían como pago de las chucherías, de cromos o de material escolar, sellos de correos: 20 cts. de Franco y 5 cts. con la figura del Cid Campeador .- (Esto lo tengo, como entre niebla, pero… ¡algo! de ello había por alguna parte).-
Por lo que se refiere al cine en sí, no al local, sino el ir a ver películas y pasar un rato divertido, podemos decir que, ante todo, era un cine "alborotadamente alegre"; lo mismo los mayores que los pequeños.- Allí se iba a hablar, a gritar, a chillar, a tirarse cosas unos a otros, (¡bueno!…con moderación, tampoco era una batalla campal, era en plan de hacer de vez en cuando bromas), a darse empujones, a subir y bajar por las escaleras, a aplaudir a rabiar, a patalear.- Las películas, muchas de muy buen cine, con buenos argumentos e interpretadas por buenos artistas, no eran ninguna maravilla si nos referimos al material, por lo usadas y deterioradas que llegaban a Arija, pero creo que se saboreaban muchísimo más que las que se pueden ver hoy día sentados en un cine a todo confort, con una proyección impecable y todos en silencio.-
Títulos de películas
Las películas que veíamos en Arija en el Cine Vilanca, todas estaban rayadas, salían números y letras en cualquier momento, se saltaban los fotogramas, se cortaban con mucha frecuencia, los cortos de Charlot y otros personajes y escenas cómicas del cine mudo, los diálogos ó las explicaciones había que leerlas, que nunca te daba tiempo a leerlo todo, en fin, nada importaba para pasarte una gran tarde.- Toda la gente menuda, mediana, y más mayores, estaban en el cine…¡¡¡"felices"!!!…
Las películas eran de todos los géneros: de amor, de aventuras, de miedo, de risa, de guerra, de piratas, patrióticas.-
Todas las películas eran toleradas para todos los públicos.- Al menos, los chavalines, entraban a todas sin ningún impedimento; no me extraña mucho, porque si los castos abrazos, los censores, nos los quitaban a tijeretazos, no digamos todo lo demás; así que todos "pa dentro", había que hacer taquilla.-
Para tener una pequeña idea de las películas que "daban" en el Cine Vilanca podemos poner los siguientes títulos como "muestra":
- La loba; de Bette Davis, actriz muy admirada.-
- ¡Que verde era mi valle!
- ¡Ay Jalisco no te rajes!, de Jorge Negrete, cuya canción se cantó mucho, y por mucho tiempo por los mozos de Arija, en cuadrilla por los bares y por las fiestas de los pueblos.- (Junto con otras muchas).-
- Casablanca; la inolvidable película de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman.-
- Luces en la ciudad; de Charles Chaplin ,"Charlot", tan querido por los niños.-
- Adiós a las armas, con Gary Cooper.-
- Ana Karenina.-
- Mata Hari.-
- La Marca del Zorro.-
- ¡Que viva México! (por aquellos años estuvieron muy de moda las canciones de México).-
- Tres lanceros bengalíes, buen cine de aventuras interpretado por Gary Cooper.-
- La novia de Frankestein; género de terror, interpretada por "Boris Karloff" (nos encantaba este artista).-
- Drácula, interpretada por "Béla Lugosi", un actor con una cara un poco… “inquietante”
- Fu-Manchú.-
- Furia; con Spencer Tracy.-
- Romeo y Julieta; interpretada por dos grandes actores: Norma Shearer y Leslie Howard.-
- Un día en las carreras; comedia de los hermanos Marx: Groucho, Chico y Harpo (con este tipo de películas aplaudíamos y pataleábamos a rabiar).-
- Búffalo Bill ; dirigida por el gran director Cecil B. DeMille, e interpretada por Gary Cooper.-
- Forja de hombres; interpretada por los fantásticos Spencer Tracy (hacía de padre Flanagan) y Mickey Rooney (con esta película y esto del padre Flanagan, los chavales cogimos la costumbre de llamarnos entre nosotros a todas horas y para cualquier cosa "Flanagan". <<Chuta el balón Flanagan>>; <<Choca las cinco Flanagan>>; <<Aparta a la derecha Flanagan>>.-
- Robin de los bosques; gran película de aventuras y grandes artistas: Errol Flynn y Olivia de Havilland.
- Cumbres borrascosas; películas que enamoraban por su interpretación: con Laurence Olivier, Merle Oberon, David Niven.-
- La diligencia; película del Oeste que te aficiona al cine del género western, con John Wayne como intérprete y dirigida por John Ford.-
- Las cuatro plumas (1.939).-
- La tragedia de la Bounty; inolvidable película de aventuras por el mar, interpretada por dos grandes actores como son: Clark Gable y Charles Laughton.-
Películas de Mario Moreno “Cantinflas”, que siempre te hacían reír, con títulos como:
- Ahí está el detalle.-
- El circo.-
- Gran Hotel-
- El gendarme desconocido.
- Los tres mosqueteros.
- El barrendero.-
Y las inolvidables y maravillosas películas de "Tarzán", interpretadas por "Johny Weissmuller", un gran nadador en la vida real a nivel olímpico, y el Tarzán más popular y el que mejor interpretó el personaje de todos cuanto lo hicieron, con títulos como:
- Tarzán de los monos.-
- Tarzán y su hijo.-
- Tarzán y su compañera.
- El tesoro de Tarzán.-
- La fuga de Tarzán.-
También "daban" muchas películas del cine español como:
- Raza; con Alfredo Mayo y Ana Mariscal, que por cierto, el guion lo escribió "Francisco Franco Bahamonde" bajo el seudónimo de Jaime de Andrade.-
- La hermana San Sulpicio, con Imperio Argentina.-
- Nobleza baturra, con Imperio Argentina y Miguel Ligero.-
- Morena Clara, Imperio Argentina, Miguel Ligero, películas de copla.-
- Sin novedad en el Alcázar, episodios de la Guerra Civil.-
- El Escándalo, de José Luís Sáez de Heredia.-
- El Clavo, de Rafael Gil.-
- Locura de amor.-
- ¡A mi la Legión! de Juan de Orduña.-
- Agustina de Aragón.-
- Alba de América.-
- Los últimos de Filipinas.-
- El Santuario no se rinde.-
Muchas de las películas de aquella época las dirigieron directores como:
- Benito Perojo.-
- Jose Luis Saéz de Heredia.-
- Rafael Gil.-
- Juan de Orduña.-
- Cesáreo González (productor y distribuidor de cine que fundó "Suevia Films").-
Bastantes películas de Suevia Films pasaron por el cine de Arija, pero la que tengo metida en el coco es a "Cifesa" (Compañía Industrial Film Español S.A.), que fue uno de los nombres comerciales de producción y de distribución de películas que más aparecía en el telón del Cine Vilanca.- Muchísimas películas empezaban con aquello de "CIFESA"…¡Presenta!… (los chavales daban un grito de satisfacción)…a María Amaya, Imperio Argentina y Miguel Ligero en…"EL NOVIO DE MAMÁ" …(otro grito seguido de un…¡¡¡biiieeén!!!…- aplausos y pataleos-, dirigida y producida por… Florián Rey.- (Siempre aplaudíamos, chillábamos y pataleábamos al principio con toda clase de películas y de artistas, ¡nos daba igual!, era nuestro momento de diversión de los domingos).-
Eran divertidísimos los gags del cine mudo.-
Como complemento de la película principal, "nos echaban" cortos del cine mudo con Harold Lloyd, Max Linder, Búster Keaton, Stan Laurel y Oliver Ardí (el gordo y el flaco), o el mismo Charlie Chaplin (Charlot), y nos reíamos muchísimo: sobre todo cuando salían escenas con trenes, golpes con tablones, lanzamientos de tartas, choques de automóviles o persecuciones de la policía .-
Algunos cortos del cine mudo "los daban" con películas tintadas de color azul, y nos parecía una gran novedad de… ¡bonitas!.-
En aquellos años, no sé cómo llegaban a nuestras manos trocitos de estas películas, (seguro que eran de los cortes de tijera que el Sr. Eloy o el Sr. Caro hacían, cuando la película se rompía y la tenían que volver a pegar; que se los darían a algún chico, y después pasaban de mano en mano entre los chavales), y donde había dos o tres fotogramas del filme.- Estos trocitos de película con uno, dos, o tres fotogramas eran "verdaderos tesoros" para los chavales, para mirarlos de vez en cuando.-
Todo el mundo salía contento del cine, daba igual que la película fuera buena o mala: chavales, chavalas, mozos, mozas, novios, personas mayores, todos tan alegres.- Pasaba como con lo del fútbol, los partidos del Arija F.C., que el resultado importaba, pero si se perdía… mala suerte, ningún disgusto.- Con el cine, pasaba tres cuartos de lo mismo. La gente iba a divertirse como fuese, a pasarlo bien con cualquier cosa, sin ninguna exigencia, y si la película era muy mala…¡no pasa nada!…, ya llegaría otra mejor. Y si era en el invierno, y a la salida del cine coincidía con una buena nevada…las peleas a bolazos entre los jóvenes eran inevitables, que junto con los resbalones de los mayores por las sendas hacia los bares, las risas, y los gritos de las chicas que se oían por doquier, contribuía a olvidarse de la sesión cinematográfica.-
A mí, las películas que más me gustaban eran las de aventuras: de piratas, de la jungla, del desierto, de espadas, de la selva africana, de… ¡¡¡Tarzán!!!… .- Todas las películas de aventuras me entusiasmaban, pero las de Tarzán… sobrepasaban mi imaginación… ¡me hacían soñar!.- Las que daban en Arija en el Cine Vilanca, eran las interpretadas por "Johnny Weissmuller", según las críticas el verdadero Tarzán, con su compañera, la actriz Maureen O’Sullivan , con la mona Chita (que en la realidad es un mono) y el pequeño Boy, el hijo de Tarzán interpretado por Johnny Sheffield.-
Todas estas películas de Tarzán, me hacían imaginar, me hacían pensar, y me hacían comprender "LA CREACIÓN DE DIOS", la que nos explicaban los maestros en las escuelas de Arija por mediación de la HISTORIA SAGRADA; me imaginaba una Tierra llena de animales diferentes, de plantas nunca vistas, de flores maravillosas, de cascadas gigantes, de animales que nos obedecían sólo por nuestra superioridad como seres, me hacían imaginar y pensar que "EL PARAISO" donde dicen que pecaron "ADAN y EVA" fue aquí, en este nuestro Mundo, destruido por nosotros mismos.- Me hacían pensar que cualquier animal, planta ó ave que yo me inventara dibujando en un papel, podía ser realidad hecha por DIOS; que si en vez de dedicarnos a destruir las cosas, ayudáramos a la Naturaleza a transformarse, a cultivarla como un jardín, "LA VIDA EN LA TIERRA", sería como una película continua de…!!!TARZÁN¡¡¡….- Todo esto me hacía imaginar mi calenturiento cerebro de adolescente con estas maravillosas películas de la selva.-
Cromos y novelas
Otras películas que impactaron muchísimo en la chavalería de Arija, fueron Blanca Nieves y los siete enanitos y Pinocho, ambas de dibujos animados y en color, de Walt Disney, y que coincidieron con sendos lanzamientos de álbumes de cromos que comprábamos en la Librería Marlasca y en la Tienda de los Barquilleros.-
Éstos álbumes de cromos, me hacen recordar los tebeos que leíamos de pequeños: "Flechas y Pelayos", "Roberto Alcazar y Pedrin", "Jaimito", "TBO", "El Guerrero del Antifaz", "El Hombre Enmascarado", o los comics de "Tarzán", del escritor Edgar "Rice Burroughs", con sus maravillosos dibujos .- Para las chicas estaban muy de moda "Florita" y "Lily", que vendía la "Librería Marlasca".-Esta librería estaba en un local al lado de la "Cooperativa la Defensa", en la esquina más próxima a la Capilla de Cristalería Española.- En esta librería, cuando íbamos a comprar algo y coincidíamos chicos y chicas de las mismas edades, ya de mozalbetes, siempre salían conversaciones de noviazgos, dado que los que regentaban la librería, Jesús Marlasca, Ury Marlasca y Nati Marlasca, también eran gente joven, y este tipo de conversaciones se producían espontáneamente e inevitablemente.-
Los chicos y chicas más mayores, algunos tenían verdadera pasión por la lectura de libros y novelas, sobre todo novelas del "El Oeste" de Estefanía, y novelas de "El Coyote" escritas por José Mallorquí.-
También había mucha afición a leer novela policíaca, novelas del detective Sherlock Holmes y el doctor Watson, de sir Arthur Conan Doyle, y novelas policíacas de Agatha Christie, de aventuras de Mark Twain , o de Emilio Salgari.-
Recuerdo que en la Librería Marlasca uno de los libros que estuvo de moda para las chicas fue “Mujercitas” de la escritora Louisa May Alcote, que las chavalas leían, y para las chicas mayores, tenían novelas de Corín Tellado.-
Foto izquierda: Sobre 1946. Personas identificadas: 1-Ury Marlasca, 2-Angeles Méndez 3-x.- Foto derecha: Sobre 1949. Personas identificadas: 1-Ury Marlasca, 2-Felisa del Valle.-
Entre la “Librería Marlasca” y la “Tienda de los Barquilleros”, abastecían a los chavales y al pueblo de Arija de cuantos caprichos tenían en cuestión de tebeos, novelas, revistas, libros, papelería, utensilios de oficina, pasteles, dulces, caramelos, golosinas, cigarros de anís y juguetes. De lo que no tenían “se encargaba” y lo traían de Bilbao. Burgos o Reinosa.
Salón de baile
El Cine Vilanca, retirando los bancos y las sillas, se transformaba en Salón de baile: salón que se denominaba del Arija F.C., porque estaba patrocinado por la Sociedad Deportiva Balompédica Arija Football Club, cuando fue Presidente del mismo Don Jesús Bustamante (el Boticario), titular de la Farmacia de Arija, donde estaba empleado, en aquellos años como aprendiz, Enrique Bustamante (Quique), gran aficionado al fútbol y que hizo la mili como responsable del Botiquín, en el Regimiento de Artillería de Costa en el Cuartel de Basauri (Vizcaya).-
Como curiosidad puedo contar que Enrique Bustamante (Quique), analizó la sangre, para determinar el grupo sanguíneo, cuando hicieron la mili en este cuartel, de reclutas, los jugadores de fútbol componentes de la famosa media del Athlétic Club de Bilbao y de la Selección Española, Mauri y Maguregui, y al defensa del mismo club Etura.-
También lo hizo al pelotari profesional de "pala-corta" Begoñes VI, y al torero cómico El Platanito; y a un boxeador catalán cuyo nombre no recordamos (que se pasó la mili en el calabozo, pues todos los fines de semana hacía alguna fechoría).-
A todos estos, Enrique les sacó sangre para analizarla pinchándoles en el lóbulo de una oreja.-(Tengo conocimiento del caso porque en aquel momento yo estaba al lado de Enrique ya que fue él quien me “enchufó” en el botiquín de este cuartel para pasar una mejor mili. Enrique, de mi misma edad, fue otro gran amigo de Arija).
Personas identificadas: SENTADOS: 1-Luis Cadiñanos, 2-x, 3-x, 4-x, 5-x, 6-(hermana de Amparito Mencía), 7-x .AGACHADOS: 8-x, 9-Blanqui Gómez, 10-Araceli Varona, 11-José Estalayo. DE PIE: 12-x, 13-Enrique Bustamante (Quique, compañero de “mili”. Despachaba en la farmacia de Don Jesús Bustamante, en Arija), 14-x, 15-Basi Rodríguez, 16-x, 17-x.
Cuando el "Cine" se transformaba en "Salón de Baile", los bancos que había para el cine, los recogían y los ponían en los laterales del local, pegados a las paredes, y los que sobraban los subían directamente a brazo (sostenidos a pulso) a la planta superior, "al gallinero".- Entre los forzudos que manejaban los bancos estaban Chencho y Felisin, los del molino, que eran gente de poder.- Estos bancos servían de asiento donde se ponían grupitos de chicas a las que se pedía favor para bailar.-
Personas identificadas: 1-Jesús Mari, 2-x, 3-La Flores, 4-César (Terraplén), 5-Chencho “el del molino” (que subía los bancos del cine a la planta del “gallinero” sostenidos a pulso en el aire "con una sola mano"), 6-Fidel Terán.
El baile, cuando no había músicos, se solía hacer con un picú que llevaban Pili y Tere, las hijas de Máximo el carnicero, y Pili Cadiñanos con Felisin el del molino, instalaban un tenderete donde vendían cervezas y gaseosas.-
La juventud se lo pasaba ¡en grande! sin mayores problemas; entrando y saliendo del Salón de Baile, chiquiteando y echando canturriadas donde se terciaba.- No sé dónde he leído que, la altura y el frío da alegría sana. Quizás fuera por esto por lo que los de Arija, los mozos, revitalizados con la altura de la Vilga y los fríos de las montañas de Reinosa y las nevadas, eran tan alegres.-
Personas identificadas: FOTO IZQUIERDA: 1-Sarín, 2-Samuel (el panadero), 3-Francisca Montes, 4-Blanqui, 5-Ramiro, 6-Mercedes, 7-Sole (La Negra). FOTO DERECHA: Abajo: 1-Blas (de frente, cobrador de la Continental), 2-Osani (con gafas oscuras, veterinario, casado con Pilar Martínez, hija de Máximo el carnicero).-Arriba: 4-músico, 5-músico, 6-Antonio del Hoyo, "el madrileño", (regentó una mercería en Arija, gran entusiasta y animador en todo tipo de festejos), 7-x, 8-Sarín, 9-niño, 10-Julio Pradera (emigró a Venezuela), 11-músico.-
En ningún sitio he visto a la juventud divertirse tanto con tan poco, como a los jóvenes en Arija.- La juventud se divertía mucho con cosas como: el baile de salón con un picú, un paseo por la Gran Vía, una película rayada y censurada, los partidos de fútbol del equipo local, los chapuzones en el río, las marzas, las enramadas, el chiquiteo de los domingos por la mañana, las canturriadas de los mozos en los bares y por la calle, lo mismo de día que de noche, las visitas a las llegadas de los trenes correo, la Continental y El Carloto, los paseos en bici, los bolos, los juegos de ajedrez , el billar y las cartas, el teatrillo, los juegos en casa, los bailes en la plaza, las fiestas de los pueblos, las carreras ciclistas, las nevadas, todo ello era poca cosa y sin embargo corría el buen humor y la alegría sana.- Se divertían mucho los arijanos por aquellos años.- ¡Qué bien se lo pasaban! con… ¡¡¡nada!!!.-
Y por no alargarme demasiado concluyo aquí este relato, a ver si termino otro que tengo empezado, también referente a Arija,… "la de antes del pantano".-