La Casa del Pueblo o Casa de Falange
Sumario
La Casa del Pueblo o Casa de Falange
Fue un gran acierto para el pueblo de Arija construir la Casa del Pueblo, la que llamaron Cooperativa Obrera La Unión, que si mal no recuerdo nunca este edificio ejerció de Cooperativa, o si lo hizo fue por muy poco tiempo, llamada posteriormente Casa de Falange.-
Este edificio, de una construcción sencilla pero muy sólida para resistir las lluvias, los vientos, las heladas, los fríos, y las grandes nevadas que por aquellos años posteriores a la Guerra Civil caían por Arija, dio refugio y diversión a muchas personas, mayores y jóvenes.-
Foto izquierda: Cooperativa Obrera "La Unión" o “Casa del Pueblo”, en construcción hacia el año 1932. Posteriormente se llamó “Casa de Falange”. En la foto están Urbano Sedano y Demetrio Arnaiz, que fue alcalde de Arija en el año 1936.
Foto derecha: Delante de la “Casa del Pueblo” con una gran nevada, ya terminada su construcción en el año 1.950 cuando se llamaba “Casa de Falange”. Podemos ver agachados a María Angeles-3 y Julio Pradera-4.
Sobre las nevadas y las heladas de aquellos años, hubo algunos que los chuzos o carámbanos de hielo que se formaban en el tejado de este edificio llegaban por debajo de las ventanas de la planta del primer piso, siendo peligrosos para las personas mayores, y no digamos para los chicos, que se tiende a jugar con ellos, porque siempre llaman mucho la atención cuando eres pequeño, tirándoles piedras o poniéndote debajo.-
Muchas veces vi a personas mayores tirarlos con palos porque cuando se desprendían eran verdaderos misiles, peligrosos para la integridad de las personas cuando en el deshielo y por su propio peso se desplomaban en el momento más inesperado desde el tejado hasta el suelo.-
Delante de la Casa de Falange había una fuente donde las gentes iban a por agua con baldes, porque en las casas no había agua corriente ya que no estaban canalizadas, excepto las casas de la Fábrica, y por aquellos años de tan fuertes heladas y grandes nevadas, muchos días esta fuente se quedaba sin agua por quedarse totalmente helada. Ni aun dejando correr el agua continuamente se conseguía que no se helara por las noches, apareciendo el chorro de agua del caño totalmente helado, de tal manera que no quedaba otro remedio que derretir nieve para tener un poco de agua en casa, o ir a por ella a casa de algún amigo de la Fábrica.-
Para llevar el agua desde la fuente hasta las casas se hacía con dos baldes de asa, ayudado con un aro de madera que facilitaba el transporte, porque con este artilugio se atenúa mucho el peso de los baldes llenos de agua. En realidad era un cuadrado hecho con cuatro listones de madera, donde el que llevaba el agua, desde dentro del cuadrado agarraba las asas de los baldes que se apoyaban en los laterales del cuadrado de madera, atenuando mucho el peso, al que impropiamente llamaban “aro”, ya que no era redondo sino cuadrado.-
Aunque no se llegó a explotar y utilizar todo el edificio en todo lo que podía haber dado de sí como edificio público, pues en aquellos años no se llegó a rematar la construcción en su interior en la totalidad del edificio que hubiera dado buenos locales y buenas y amplias estancias, sí llegó a cubrir suficientemente las necesidades de aquellos momentos.-
Sólo se llegó a terminar por dentro medio edificio pues el otro medio, que no llegó a terminarse, se utilizó solo como garaje, donde “dormía” el autobús de la compañía Continental, (La Conti), que con una frecuencia diaria cubría la línea Arija – Burgos, dando servicio a numerosos pueblos del trayecto.
Este edificio no era (hablamos de tiempos cuando la Guerra Civil de España, hoy día está muy reformado) un edificio que pudiésemos catalogar como “bonito”, excepto la gracia que pueda tener la doble escalera central que sube a las dependencias de la planta superior.-
Posiblemente este grupo de personas de la foto que sale de la “Casa de Falange” sea de algún acto sindical organizado por los obreros de la Fábrica de Cristalería Española, donde podemos ver en el centro de la foto a José María Miguel “Marín” (personaje muy popular en Arija).
Este edificio, aunque tiene el rimbombante nombre de “Casa de Falange” no tengo recuerdo ni conocimiento de que allí se instalase ninguna organización seria de Falange, quizás alguna pequeña oficina; solamente recuerdo de los comedores de Auxilio Social, que no sé cuántos años duró aquello, creo que por poco tiempo.-
Dentro del local había mesas grandes con bancos corridos, y las comidas que se daban a los niños se daban en platos de aluminio.-
En la parte del medio edificio que se explotó, en la planta baja, el primer uso que se hizo de sus locales fueron unos comedores que servían las milicianas del frente popular que, cuando la Guerra Civil quitaron el hambre a muchos niños y gentes de Arija.- De esto no puedo contar mucho pues yo era pequeño, y lo poco que pueda contar de lo que me han dicho y de lo que se me quedó en el recuerdo en la nebulosa del tiempo, puede no ser cierto por lo que, si yerro, invito a quién lo sepa me rectifique y añada al relato la descripción verdadera dándole las gracias por anticipado.-
Lo que sí sé, es que esto del frente popular duró poco tiempo. Enseguida los comedores se transformaron en comedores de Auxilio Social de Falange, que siguieron con el mismo cometido de dar comidas a los más necesitados.-
En la puerta de abajo, según se entraba a la derecha había un bar, y según se entraba a la izquierda estaban los comedores de Auxilio Social y las oficinas de Educación y Descanso, donde en las paredes había pintadas figuras siluetadas parecidas a éstas:
Un inciso
Antes de seguir adelante quiero hacer un inciso y quiero mojarme. Sin necesidad y peligrosamente porque es un terreno de arenas movedizas, hablando de política un instante, sólo porque el cuerpo me lo pide en este momento, y quiero mencionar algo sobre la misma.- (¡Bueno!, en casi todos los relatos menciono algo sobre la “política” y algo sobre la “religión”, que es, de toda la vida, el pan nuestro de cada día.
Referente a Arija, sí hubo rencillas, “inútiles”, ¡como siempre!, entre algunas de sus gentes, como pasó en casi todos los pueblos y ciudades de España cuando la Guerra Civil; pero desde mi perspectiva esto no duró mucho tiempo, y en los años que viví en Arija, después de la guerra, hubo entre sus habitantes una muy buena armonía, que dice mucho de sus nobles corazones, que supieron perdonar todos los errores de uno y de otro frente.
Esto de la política necesita un estudio en profundidad y urgente, y habría que buscar “otros métodos de gobernar y nombrar a los dirigentes”. Porque ocurre, bien a las vistas y bien a las claras, que de partida y en general todas las gentes son buenas, y todas quieren la paz y no la guerra. Pero viene la política y no sé qué “veneno trae dentro” que solo sirve para enemistar a los pueblos.- Porque de toda la vida viene ocurriendo, que los Gerifaltes nos meten en los líos sin comerlo ni beberlo, y siempre pagan el pato los más inocentes, los que conviven tranquilamente con sus vecinos y familiares, con sus amigos y demás habitantes.-
Las dictaduras, aunque al principio las intenciones del jefe sean buenas, con el tiempo terminan subiendo a los primeros puestos los más sinvergüenzas, los más desprovistos de conciencia, los más getas, y si pueden... “el poder nunca lo dejan”.
Los partidos políticos son ¡otro adefesio!. Dividen a la nación. En los parlamentos se lían, gritan y vociferan exclusivamente para su beneficio. No creen en nada, solamente defienden “el puesto” que les da poder y muchos privilegios. Si se hacen con el dinero terminan siendo “para los débiles y pequeños” más tiranos que los mayores usureros.
Nos insultamos y ¡armamos una guerra! por tacharnos de “franquistas” o de “comunistas”, y no nos damos cuenta que la terminología política nos engaña. La palabra fascista, liberal, comunista, socialista, dictador, izquierda, derecha, centro, imperialista, conservador, progresista, extrema derecha, extrema izquierda, etc. etc., no definen lo que en realidad es una persona, “ni su intención al actuar”, “ni cómo piensa”. Por eso en política hay continuas discrepancias, incluso entre miembros del mismo partido.
Según se actué, un “ordeno y mando”, puede ser bueno; y una democracia puede ser mala, por “mafiosa”.
Con la política, sea el sistema que sea siempre ocurre lo mismo. Quienes estén en el poder para unos lo hacen muy bien y para otros muy mal lo hacen.
Igualmente pasa con la religión, que unos creen y otros no. Aunque esto es harina de otro costal.
Es la dualidad irreconciliable que porta el hombre.
Y de esto, no quiero hablar más, el resto se lo dejo a los “Premios Nobel de la Paz” que deberían estudiar y estudiar, a ver si dan con “otros métodos de gobernar más decentemente”, sin que la política tenga que enemistar a los pueblos y envenenar a las gentes.-
Sede recreativa
Siguiendo con el relato, quiero decir que tengo en mi mente, que uno de los locales que había en la Casa de Falange eran unos locales amplios, limpios por nuevos, con unos zócalos de color verde y las paredes pintadas de blanco.- En las paredes, por encima de los zócalos, había unos dibujos siluetados muy bonitos pintados en negro con referencia a temas del momento, relacionados con los comedores de Auxilio Social, deportes y motivos del campo; incluso me atrevería a decir que alguno de los temas que pintaron en las paredes los he visto en algún sello de la primera época de Franco.-
Creo que las pinturas, muy bien hechas, las realizó un joven pintor de Arija: algún alumno de los que salían muy bien preparados de las Escuelas de Cristalería.
Al principio no sé quién regentaba aquello, Más adelante estuvo al cuidado de todas las instalaciones de la “Casa de Falange” la familia de apellido Estalayo cuando era sede recreativa, es decir, cuando se desarrollaban actividades propias de lo que se llamaba Educación y Descanso.-
La señora Isabel, que era la madre de Isabelita Estalayo y de José Estalayo, era la que estaba al frente del bar y al cuidado de las demás instalaciones.-
Hay una foto de Isabelita Estalayo vestida de paje de rey mago delante de la Casa de Falange en una de las Cabalgatas de Reyes, que se hicieron en el año 1.948, pero mucho antes ya estaba su madre al frente de todas las instalaciones de este edificio.- Los componentes de las fotos de la Cabalgata de Reyes, se vestían en los locales de la Casa de Falange porque eran actividades propias de Educación y Descanso.-
Las Marzas
Por cierto que su hermano, José Estalayo (Pepín), que era un chico muy alegre y dinámico, que cantaba en el Coro San Lorenzo, era uno de los organizadores de las cuadrillas de mozos que en el mes de marzo recorrían las calles de Arija cantando por las casas “Las Marzas”.-
El jefe de la cuadrilla, que en el tiempo cuando viví en Arija era José Estalayo, para empezar a cantar las marzas preguntaba al dueño de la casa: ¿Cantamos o rezamos? (La pregunta debía ser en prevención por si en aquella casa había “dolor de difuntos” y los dueños no tenían humor para soportar las retahílas de las coplas de las marzas)
Por lo que recuerdo y por lo que he leído, las letras de las marzas que se cantaban en Arija tenían partes de las marzas que se cantaban por Reinosa, por Burgos y sobre todo de la zona de Palencia.
Los versos que las cuadrillas de Arija cantaban con tonadas muy populares decían:
Las Marzas floridas
Sean bienvenidas
A cantar las marzas licencia tenemos,
si las cantaremos o las dejaremos.
Las marzas son santas, son santas y buenas,
que tengan ustedes buenas cuarentenas.
Marzo ventoso y abril lluvioso
sacaréis a Mayo florido y hermoso;
Mayo florido seas bienvenido
con el mucho pan y el mucho vino.
Ya nos llega el tiempo de hacer penitencia
coger el rosario ir a las iglesias;
Benditos los oídos que oyen cosas buenas,
benditas las manos que el rosario lleva.
Traemos un burro cargado de nada,
no rebuzna por pienso, paja ni cebada,
que rebuzna por huevos y buenas tajadas.
Traemos un burro cargado de aceite
para freír los huevos que nos dé la gente.
Traemos un burro cargado de alforjas
"pa" meter la carne que nos den las mozas;
Marzo florido seas bienvenido,
marzo rosado seas bien llegado,
Salga el lagarto debajo del canto,
salga la culebra debajo de la piedra,
Salga la trucha desencuevada
que apenas es vista como ya es pescada.
Traemos un burro cargado de nada
que no come hierba, paja ni cebada.
Traemos un burro cargado de nada,
que come chorizos que le den las damas
Traemos un burro cargado de aceite,
Para freír las tajadas que nos de la gente.
Y después decían: ¡Venga! ¡Venga!... ¡chorizos a la cesta!...
Había “otras marzas” con otras estrofas de las que no recuerdo su letra, pero sí que eran todas muy graciosas y ocurrentes.- Al principio había otras ceremonias antes de empezar a cantar, preguntando al dueño de la casa: ¿! Cantamos ó rezamos ¡?, según las circunstancias del dueño, y lo que a él le apetecía, que incluso era mandarles a paseo a la cuadrilla de mozos y correrlos por las escaleras abajo, para que no le dieran la lata.- Era todo un ceremonial de fiesta, de alegría y de convivencia entre los mozos.- Es una pena que estas costumbres se vayan perdiendo, sobre todo en los pueblos- En fin, el caso es que se hacían sus buenas chuflas a cuenta de Las Marzas y se lo pasaban en grande recogiendo dinero, chorizos, huevos, tortillas o lo que la gente les dieran.
Como cuando se hacía La Enramada a las chicas, que también en los pueblos se lo pasaban muy bien subiendo con escaleras a las ventanas y balcones de las casas donde había alguna joven, a ponerlas ramas de árboles o flores: aunque aquí “no se pedían chorizos”, esto lo hacían los “corazones enamorados”, bien como homenaje o regalo a la novia, o bien en plan de conquista, en espera de ser correspondidos por la chica de sus amores a la que habían puesto el ramo que, a lo mejor, la moza, se enteraba ese día por primera vez de que había “alguien que la quería cortejar”.-
En Arija, como las casas no eran altas, se dejaban los ramos apoyados en la pared.
No quiero dejar pasar este momento para proclamar a los cuatro vientos que en Arija siempre hubo chicas muy simpáticas, guapas, elegantes, alegres, modernas, hacendosas, listas, y de su casa. ¡¡¡Ahí queda eso!!!
En este edificio de la Casa de Falange también se jugaba a las cartas, al ajedrez (que en Arija llegó a haber una gran afición entre los jóvenes), se leían periódicos, había una pequeña biblioteca y se preparaban excursiones.-
En el exterior, a la derecha del edificio según se mira de frente por donde están las escaleras, había una bolera en la modalidad de “bolo palma” o de “estilo montañés”, y en la planta de arriba, oficinas y un teatro.-
En la bolera que mencionamos, cuando hacía buen tiempo, porque la bolera estaba a cielo abierto, mientras los jugadores del Arija F.C. se entrenaban en el campo de fútbol, había otros mozos que jugaban “grandes partidas a los bolos”, siendo los trofeos un par de litros de vino, o cerveza con gaseosa, que desaparecían bebidos en porrón durante el desafío de las partidas.-
Pájaros y tiragomas
En las actividades que pudiéramos llamar de Educación y Descanso estaban las Tómbolas que se montaban en las Fiestas de Cristalería Española el primer domingo del mes de julio.
De esto quizás podían dar razón mejor que yo, Julio Pradera y otros, que como Andrés (el cojo), conocieron muy bien estas actividades.
Por cierto que Andrés (el cojo), era el número uno de Arija haciendo tiragomas o tirachinas.-
Andrés disponía de mucho tiempo y hacía unas horquillas de hierro o de cobre que eran verdadera artesanía; sobre todo tenía mucha habilidad para atar las gomas del tiragomas a la badana donde se ponen las chinas, las piedrecillas o los perdigones, que era una maravilla.-
Los tiragomas que hacia Andrés eran de concurso de buenos y bonitos que los hacía. Lo ataba todo ¡tan bien!, con unos finos hilos de cobre ¡con tal arte!... que no se sabía dónde estaba el principio ni el final del hilo de bien que lo hacía. Para cualquier chaval era un lujo tener un tiragomas o tirachinas de Andrés (el cojo).-
En Arija, era normal ver a chavales con tiragomas (siempre hablamos de mucho antes del pantano), cuando estaba… ¡¡¡toda la Vilga para disfrutarla!!!'…, a disposición de las vacas y de los chicos.-
Había… ¡tanto espacio!… ¡tanta libertad!… tantas lagartijas, pájaros, ranas y sapos, que el llevar un tiragomas en el bolsillo era para los chavales casi obligado.-
Me acuerdo de los pajaritos de Arija. ¡Pobrecillos!…, no los tenía que haber matado. Y me avergüenzo mucho al contarlo. Pero quiero hacerlo para que quien lo lea se haga una idea de lo que hacían los chicos por aquellos años.-
Había tantos pajaritos... que, en verano con tiragomas y en invierno con la nieve y con cepos los cogíamos para comerlos.-
A mi madre no la parecía nada bien que hiciera esto, matar a un pajarillo indefenso, y que además de tener que guisármelos tenía también que pelarlos.-
Son los caprichos que cuando ¡te quieren muchísimo!, dan los padres a los hijos, y esto también puede ser malo… ¡el quererte demasiado!.-
Pero la tentación de matar pájaros en aquellos años era muy grande, y quiero decir que en mi caso "no era por hambre", lo que me hace ser más malvado por ser "capricho de niño grande".-
La Fábrica de Cristalería tenía una finca que era un vivero de árboles.- Estaban todos muy juntos y no eran muy altos.- Era un sitio que te escondías muy fácilmente de los pájaros que al atardecer acudían en bandadas para dormir en aquellos árboles.- Era una emboscada perfecta para tirar con tiragomas a los pájaros, por el escondite y por la distancia.- Te ponías debajo de los árboles y a cada instante se posaba un inocente pajarillo en una rama .- Con la habilidad que llegábamos a tener con el tiragomas y la corta distancia era muy fácil darles .- Cogías una docena en media hora de tiros con el tiragomas.-
También había muchos pajaritos por las huertas que cultivaban obreros y empleados fuera del trabajo de la Fábrica.- Estas huertas, que estaban por detrás de las casas de los obreros, se regaban con las aguas que salían del Duci-puli de Cristalería. Aguas que olían muy mal pero que servían, decían, hasta como de abono.-
En estas huertas se cultivaban patatas y toda clase de hortalizas: berzas, tomates, cebollas, lechugas, judías, guisantes, zanahorias, y algún caprichoso también tenía alguna planta de fresas, de frambuesas, de grosellas rojas y negras y de agraces, y también había muchas moras.-
Estos cultivos eran un gran complemento económico para las familias, al reforzar con ello el sueldo de la Fábrica.-
De pequeños se pasaba muy bien yendo con el amigo, hijo del dueño de alguna de las huertas, porque además de que su padre siempre te daba algo para comer cuando estábamos con él en la huerta (tiernos guisantes, fresas, grosellas o agraces), también te daba algo para llevar a tu madre: zanahorias, lechugas, tomates, cebolletas o algún repollo de berza, y se pasaba una gran tarde viendo muchos pájaros, lagartijas, sapos, ranas, mariposas, mariquitas y flores.-
El Teatro
En este edificio de Falange, en la planta superior, como hemos dicho, había oficinas y un teatro.-
Las gentes de Arija, en los años de la posguerra, estaban deseosas de ver algún espectáculo, y este local, cuando iban compañías de teatro se llenaba “hasta la bandera” para ver las obras que se ponían en escena, aunque al decir verdad, el aforo era pequeño.- No puedo decir de dónde venían aquellas compañías, ni si eran profesionales o simplemente unos aficionados, pero sí sé que “había que pagar la entrada”, y también sé de algunos años que las interpretaciones de las obras eran muy buenas y la gente salía llorando del teatro de impresionados por la buena interpretación de los artistas .-
También los de Arija tenían su Compañía de Teatro y daban unos simpáticos espectáculos con canción ligera, chistes, escenificaciones graciosas y canciones de moda del momento.- Uno de los de Arija que cantaba en aquellos años en el teatro, porque en la calle y por los bares también los había muy buenos cantando, era José del Valle (Pepín), un chico valiente y pinturero para estas cosas del espectáculo, que si fuese hoy día sería un directo rival de los mejores cantantes del momento.-
Personas identificadas: 1- Mercedes Ruiz, 2-x, 3-x
Los chavales, como se ve por la presente fotografía nos poníamos adelante, cerca del escenario; de pie, y al estar tan cerca oíamos al apuntador, que estaba escondido en la concha, todo lo que el actor tenía que decir al interpretar su personaje.
El teatro en Arija, se iba consolidando año tras año; había un buen elenco de artistas.- Fue pena que al cerrar la Fábrica de Cristalería, se marcharan también estos artistas.- Las obras de teatro escenificadas por los de Arija, no morían en el escenario pues la actuación de los artistas se comentaba después en la calle: ¡con mucha risa!, ¡durante mucho tiempo!
De las obras que se escenificaban hay dos que no se me olvidan. Una de ellas es El Tenorio, que no faltaba ningún año y que siempre dejaba un buen sabor de haber ido al teatro. Las gentes salían satisfechas de su escenificación y haciendo muy buenos comentarios de que había sido una muy buena interpretación.- Yo de lo que más me acuerdo es de uno de los artistas que salía envuelto en una sábana blanca y su cara también pintada de blanco, de más detalles… me acuerdo menos: ¡je!…, me quiero reír de mi gran cerebro, por ser en memoria... ¡tan pequeño!…
Otra obra que no solía faltar a la cita era Genoveva de Brabante. A esta obra siempre acudían a verla muchas personas mayores pues tenía muy buen cartel y fama de ser una gran obra de teatro.- Sobre todo iban a verla muchas señoras amas de casa; ésas que, o bien por culpa de sus maridos, o bien por culpa de ellas mismas, salían poco de casa.-
Esta obra, a estas señoras, las encantaba toda la tragedia que el argumento llevaba saliendo del teatro a lágrima viva, con los pañuelos empapados de “moquita”.-
Con esta obra ya tenían un mes para disfrutarlo, volviendo a comentar las tragedias de los personajes, cuando las amigas se encontraban por la calle.-
El primer amor
Estas obras de teatro, le dieron a un amigo mío la idea para poder besar a una chavala, ¡casi niña!, (trece años "bien puestos" tenía la mozuca) hija de un sargento de la Guardia Civil, de la que estaba enamorado.-
En aquella época, en la primera aparición de las hormonas del amor, era dificilísimo dar un beso a una chavala en la calle. ¡Casi! estaba prohibido por decreto. Era ¡casi! “pecado mortal”.-
Entonces, mi amigo pensó que si hacíamos una obra de teatro a nuestra manera, “cosa de niños”, ¡casi!, y el hacía de “chico” y ella de “chica” (como en las películas), en una obra de teatro de espadachines sacada de un tebeo, no se podía negar a que la besara cuando “el chico”, tenía que salvarla malherida de una jauría de malvados espadachines.-
A mí, ¡se me abrieron los ojos! y me pareció muy buena la idea, porque si él hacía de “chico”, yo podía hacer de “espadachín malvado”, y… “alguna de la cuadrilla” caería entre mis brazos.-
Dicho y hecho.-
Entre una cuadrilla de amigas y amigos como decimos, ¡casi! todos niños y niñas, nos pusimos de acuerdo para hacer la obra de teatro.-
En el cuartel de la Guardia Civil de Arija había un espacio en la parte de arriba, una gran terraza donde las señoras de los guardias tendían la ropa, que era “el sitio ideal” para desarrollar todas nuestras fantasías de actores consumados.- Allí íbamos a desarrollar toda nuestra ilusión de actores de cine y de teatro, de “espadachines”, y de… “galanes enamorados”.-
Efectivamente. Después de varios días de juntarnos en la calle para aprender nuestros respectivos diálogos y acciones, y pertrecharnos de ropajes que hacían de capas, espadas, lazos de colores, sombreros y antifaces, quedamos un día por la tarde en el Cuartel de la Guardia Civil de Arija para interpretar la obra.-
Llegado el día y la hora nos fuimos todo decididos al cuartel donde nuestras amigas, “la protagonista” y las demás actrices, llevaban ya un buen rato esperándonos en el escenario mientras nosotros nos íbamos a incorporar con el corazón lleno de latidos de amor, “todavía no muy definidos”.-
Los primeros chavales actores pasaron por la puerta del cuartel delante del guardia de puerta sin ningún impedimento porque en el cuartel, los que éramos amigos de los hijos de los guardias civiles entrábamos y salíamos cuando queríamos.-
A continuación íbamos a entrar “el protagonista” y yo, que éramos los encargados de llevar todos los ropajes y las espadas.-
Debíamos llevar demasiados cachivaches, porque al guardia de puerta le llamamos la atención, aunque éramos muy conocidos, y nos paró de sopetón cuando ya teníamos un pie puesto en el primer peldaño de la escalera que subía a la estancia donde estaban esperándonos “toda la compañía”, haciéndonos un pequeño interrogatorio de cuartel:
¡Eh!…chavales… ¿a dónde vais?...
La sorpresa y el sobresalto fueron mayúsculos porque no esperábamos de los guardias el más mínimo impedimento para subir a la terraza.
A… ¡¿!?¡?!… ningún sitio, decía yo encogiéndome de hombros y tragando saliva.
A hacer teatro, contestaba mi amigo, todo ufano.-
Y aquí empezó el mosqueo del guardia, porque no coincidíamos mi amigo y yo, ni una sola vez en ninguna de las respuestas.
¿Qué lleváis ahí?... preguntaba el guardia con mucho mosqueo.-
¡Pues!… ¡nada!… “Ropa”. Decía yo... ¡disimulando!…
Capas, lazos y sombreros decía mi amigo, “el chico”, todo orgulloso y encantado.-
¿Y... eso que asoma por ahí…¿qué es?... indagaba el guardia.-
¿Cuál?… ¿esto?... ¡Pues!… “palos”… contestaba yo como dudando.
¡Que van a ser palos!..., ¡si son espadas!… espetó mi amigo todo ufano señalando los palos.-
El mosqueo del guardia superó a la amabilidad de dejarnos pasar a pesar de ser muy conocidos, por ser amigos de sus hijos y no lo pudo remediar. “Con voz de guardia civil” nos dijo:
¡Venga!... ¡venga!…largaros por ahí y… ¡no deis más la lata!…: ¡iros a jugar a vuestras casas!
Y aquí terminó nuestra aventura de “actores enamorados”, quedándose las chavalas esperándonos inútilmente para hacer la obra de teatro, convirtiéndose al día siguiente, “el dulce beso” en... ¡¡un sonoro tortazo!!.
Doy fe que esto es verdadero, y que al igual que lo que conté en lo del fútbol, tampoco en este caso me acuerdo del nombre de mi compañero; por ustedes lo siento.-
Los titiriteros
Las veladas de teatro después de la posguerra, en Arija, se complementaban con titiriteros que de vez en cuando recalaban en el pueblo, y se instalaban en el cobertizo donde se hacía el mercadillo, también “comido por el pantano”.-
Estos grupos de titiriteros tenían un gran sabor bohemio, con sus carromatos, sus fogatas, sus vestidos, sus animales, sus equilibristas y sus chicas guapas.-
Llamaban mucho la atención “las bailarinas y equilibristas” porque, aunque aquellas danzarinas iban tapadas muy decentemente, por su condición de artistas, siempre se insinuaban picaronamente a los espectadores cuando bailaban al son de una pandereta o hacían equilibrios circenses, gustando mucho, sobre todo a los jóvenes.-
Estos saltimbanquis me acuerdo que era con tiempo caluroso, en verano, solían hacer las funciones de noche, y era una gozada ir a verlos, porque en la noche, siempre parecía todo como… más misterioso, más bonito y más bohemio.-
De estos espectáculos sé de señoras de directivos de la Fábrica, que las encantaba ir a verlos, ya que no había otra cosa para distraerte un rato, y como sus maridos no iban, por el cargo, se hacían acompañar de alguna familia de buena reputación, "por aquello de las habladurías"; lo mismo que ocurría cuando iban solas al cine o al teatro.
Estos espectáculos, que no eran propiamente de gitanos, pero que tampoco llegaban a ser “una empresa de circo”, tenían cierta calidad artística, y acudía mucha gente a verlos.- También es verdad que no fueron muchas veces por Arija.-
La gente se divertía mucho viéndolos. Además eran aptos para todos los públicos y como eran en verano, en días calurosos, daba gusto andar por la calle de noche y acudían a verlos: niños, niñas, chicos, chicas, padres, hermanos, en fin… ¡toda la familia!.-
Pasaba como con los bailes en la calle, en la plaza del pueblo, como se hacía antes.-
Daba una alegría sana pasear al aire libre por la plaza, sin hacer daño a nadie; y si el baile lo hacen con una buena charanga, se ponen a bailar los chicos y chicas y “se lo pasan en grande”, se divierten todos, desde los niños pequeñitos hasta los padres, pasando por los que empiezan a… "¡enamorarse!”.-
Cooperativa Obrera “La Defensa”
En “Historias y Familias de ARIJA (Burgos)” hay unas fotos, que traemos aquí, de la Cooperativa Obrera “La Defensa” de Cristalería Española, las cuales nos traen innumerables y gratos recuerdos de nuestros años adolescentes cuando vivíamos en Arija pues, allá, por los años 1.946, veíamos a diario en dicha Cooperativa el trasiego que hacían los dependientes con el vino y los aceites, y la cháchara de las amas de casa que sin ninguna prisa se pasaban las horas muertas hablando con las empleadas en la sección de telas y zapatería; o con los dependientes de la sección de ultramarinos; como los de la foto de la izquierda donde están: Bernabé, natural de Ahedo (Burgos), Emilio, natural de Busnela (Burgos) y Eladio, natural de Quintanaentello (Burgos).
En la foto de la izquierda podemos apreciar que es la sección de “ultramarinos” cuyas estanterías están llenas de botellas de vinos, sidras, y licores como anises, coñacs y rones, amén de cajas de polvorones, pastas, galletas, higos etc. etc.
Esta Cooperativa tenía otras dos secciones: “zapatería” y “telas” cuya entrada vemos al fondo de la foto de la derecha. En el mostrador podemos apreciar un molinillo de moler café, una balanza de platillos y una balanza de pesas (en aquellos tiempos los últimos modelos).
Los empleados de esta cooperativa eran de una formalidad extrema en cuanto a la información que daban de los productos en cuestión de calidades y precios. Los clientes confiaban plenamente en ellos y se dejaban aconsejar por sus recomendaciones para la compra. Es más, todos los clientes eran tan conocidos de los empleados que éstos sabían muy bien hasta donde llegaban sus gustos, sus necesidades y su poder económico.
Una de las características de esta cooperativa era que los clientes confiaban tanto en sus empleados que, las “chácharas” entre clientes y empleados servían como terapia de deshago al exponerles confiadamente los conflictos familiares.
Dinero en chapas
La Fábrica de Cristalería Española, dueña de la Cooperativa “La Defensa”, en tiempos de nuestra Guerra Civil acuñó unas chapas a modo de monedas, algunas en especie, para que como adelanto del sueldo pudieran sus empleados comprar en la Cooperativa los alimentos imprescindibles para vivir.
Éstas chapas se acuñaron exclusivamente para uso de empleados y obreros de la Fábrica de Cristalería Española, no para el pueblo de Arija.
Estas fotografías muestran el aspecto de las piezas. Todas tienen troquelado el anagrama CO que significa “Cooperativa Obrera”.
Estas monedas o chapas actuaban como una cartilla de racionamiento y su distribución ordenaba el reparto de los alimentos más imprescindibles, sin provocar ansiedad, tumultos o airadas discusiones dada la escasez que había en los alimentos más perentorios
Además de esta ordenada distribución de los alimentos más necesarios, las amas de casa también hacían trueques. Entre vecinas, si alguna necesitaba por ejemplo arroz, se lo cambiaba por garbanzos o alubias pues había muy buena armonía entre vecinos.
¡Las chicas de Arija!
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Fotos del año 1.950 donde podemos ver a Chelo en bicicleta, muy “chic” delante de las casas de los jubilados; a continuación a Ury Marlasca (la de la librería) con “traje sastre”; en medio de la foto a la sobrina de Sinda (la telefonista) con un conjunto “sport”; otra vez a Chelo llevando en su mano izquierda una prenda “cool”, y por último, a Ángeles Rapp, ¡rebosante de elegancia! en una ciudad que todavía nadie ha podido descifrar.