La Vilga en 1906
Hasta que Cristalería Española compró los terrenos para construir su fábrica en Arija, La Vilga era solo una llanura pantanosa donde pastaban los ganados de los pueblos que la rodean (Arija, La Población, La Costana, Bustamante, Corconte, Herbosa, San Vicente de Villamezán). Pereda en su libro Peñas Arriba tiene precisamente una cita en ese sentido.
En parte los terrenos de La Vilga eran una concesión de los Reyes Católicos a la llamada Hermandad de la Rivera, constituida por los ganaderos de la zona.
La Vilga no sólo estaba despoblada, tampoco tenía ningún tipo de árboles o arbustos. La fotos de la construcción de la fábrica muestran un paisaje en el que no hay más que pastos. Todo el magnífico arbolado que hoy tenemos tiene su orígen en el establecimiento de la fábrica, estación de La Robla, y viviendas asociadas