La esclavitud de una promesa

De Arija
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Por Quin (noviembre de 2008)

Esclavo de mis palabras

He leído, ¡no se donde!, porque del sitio no quiero acordarme, que: Internet es como la vida, “¡pero aún mejor!”, porque lo que piensas queda por escrito, y lo que escribes te define.-

También leí que el idioma español es riquísimo, preciso y claro, y que hemos creado las palabras para poder pensar, además de para poder hablar y comunicarnos.- Así que, por esto cuanto digo, a poca que sea “mi conciencia” , y, si es verdad que lo que escribes te define, he quedado atrapado en mi propia trampa, confeccionada por la ligereza de mis propias palabras, que ¡están escritas!, y ya no tengo escapatoria, dado que lo que he escrito y esa “mínima conciencia” que creo tener, me van a definir.-

Viene esto a cuento de que, al encontrar este sitio Web sobre Arija, quise colaborar (porque esta Web merece mucho la pena), y me puse a escribir cuatro cosas que recordaba de casas y cosas de Arija, algunas ya desaparecidas por las aguas del Pantano; ya que, pensé, si yo no lo hacía se iban a perder para siempre ciertas singularidades sobre la historia de este pueblo, pues pensaba que nadie lo iba a hacer; y por hacerlo, me metí en camisa de once varas al querer contar y reivindicar esas cuatro cosas que me tocó vivir en mi infancia y juventud por aquel Arija de la posguerra, sin tener ninguna condición ni aptitud para hacerlo, lanzándome a un mundo totalmente desconocido para mi como: escribir públicamente queriendo plasmar mis vivencias y sentimientos sobre este pueblo; identificar gentes en fotos de la Web, incluso de fechas anteriores a la que yo naciera, poner a pie de fotos notas y curiosidades, sin calibrar ¡ni bien ni mal!, el desaguisado que podía causar; primero… a nuestro maravilloso idioma, por mi pobre vocabulario, mi mala ortografía, y mi peor sintaxis; después… a mis propios relatos y curiosidades; y por último… a esta Web a la que quiero ensalzar.-

¡Tonto de mi!...¡ no haber estudiado más gramática, con lo bonito y necesario que es para comunicarnos con “precisión”, “claridad” y “belleza”, sin dejar en el aire sombras de dudas de lo que se quiere decir!.-

Y lo peor de todo, no es sólo atreverme a escribir sin ninguna aptitud para ello, sino, además, hacerlo en este mundillo moderno de la informática, de los ordenadores, de los medios de comunicación como Internet, que es más comprometido que escribir en un periódico, pues éste, generalmente, sólo se lee el día que sale a la venta y después se tira a la basura, importando menos lo escrito; pero con Internet, que ni entiendo, ni domino, ni soy consciente ¡siquiera un poquito! del alcance ó repercusión que puede llegar a tener lo escrito, lanzándolo alegremente al mundo entero, te expones a ser guía ciego, ó el hazmerreír de otras personas a las que no se conoce, por las tonterías, imprecisiones, errores y mamarrachadas que puedes dejar grabados, aunque involuntariamente, ya que los errores voluntarios, se supone que no caben en la conciencia del que quiere colaborar en una Web a la que se quiere.-

Digo esto, no por lo que he escrito, que ya está navegando por el espacio infinito de este nuestro mundo tecnológico, sin que ya pueda pararlo, sino por lo que yo mismo me he comprometido a escribir sin saber ¡que!, ¡como!, ¡ni cuando!-

La explicación de lo que quiero decir es que, cuando escribí el relato sobre La Casa del Practicante, al final del mismo decía: Dejo para otro día, “otras muchas cosas que me pasaron por Arija”… .- Y a esto me refiero; que hablamos muy a la ligera sin pensar en las consecuencias.-

Cuando hablamos, las palabras se las lleva el viento (si no somos hombres de palabra), pero no así cuando escribimos, y menos si se hace en este medio, que es como un implacable vigilante, más bien un terrorífico Notario con lo que lanzas al aire, mejor dicho: con lo que envías por los cables de la red informática mundial; y no te digo nada si lo que haces, lo haces con… mala intención.-

Por escribir a la ligera, ando como loco, tengo desasosiego, estoy inquieto, incluso vivo con angustia por decir lo que dije escribiendo.- ¡Claro que me pasaron otras muchas cosas por Arija!, pero… pienso, recapacito, me estrujo el cerebro pensando… ¿¡que son esas otras muchas cosas que me pasaron por Arija que tengan tanta importancia como para que sean interesantes para esta Web y para los que se dignen leerlas y que me he comprometido a escribir!?..., y… ¡no doy con ellas!-

De todo lo que en estos momentos mi cerebro gris, más bien color indefinido recuerda, son cosas familiares que no interesan a nadie, excepto a los míos; pero… como es un gran honor aportar algo al lado de la palabra Arija, le estrujaré al máximo a ver si de casualidad… ¡hago sonar alguna flauta!-

En esta página de: Contribuciones de páginas y relatos, en estos momentos, mi masa pensante, que se está poniendo amarilla de estrujarla al máximo, sólo puede contar algo sobre cosas sin importancia, ya que a CASAS Y COSAS DE ARIJA… ¡no llega!-

A lo mejor a quien lea lo que vaya a escribir, porque mi intención, ¡como prometí!, es hacerlo, le van a parecer… ¡bagatelas!, pero me daré por muy satisfecho si lo que cuento, le sirve a alguien para entretenerse un buen rato en algún día de su vida de mayor aburrimiento.-

Como dije, digo: dejo todo eso para otro día, pues… ¡mejor lo cuento en otro relato!, y como quiero liberarme de la esclavitud de mis propias palabras, lanzo hoy mismo, todo esto que pienso…¡AL ESPACIO!.-

Con cariño para todos los seguidores de esta Web de ARIJA.-

Quin


Respuesta para Quin

Hola Paquito (Quin)

En primer lugar queremos agradecerte tus colaboraciones, y comentarte que tu compromiso con Arija está más que satisfecho con todas las aportaciones que has enviado, y con las que quieras hacer de ahora en adelante. Tanto con los relatos, como con cada curiosidad que añades a las fotos. Para muchos estás haciéndoles recordar sus años mozos, y para otros muchos les descubres un Arija que no llegaron a conocer. Son tan valiosas que ya han publicado algún relato en la revista Ontarada de la Asociación Cultural Santa Agueda de Quintanamanil. Nos han llegado las fotocopias.

También hemos comprobado que hay mucha gente de una cierta edad que no tiene tu soltura para manejarse en internet. Les llegan tus relatos por medio de sus hijos y nietos, o los leen en las copias que dejamos en el bar de Trini, la hija de Constantino.

Por eso tenemos una propuesta que hacerte: más de una vez nos han preguntado por qué no editar un libro con tus relatos y curiosidades. Llevan la historia viva de Arija, mucho más que los datos fríos o las fotos sin nombres y explicaciones.

Tranquilo Quin, no te consideres más esclavo de una promesa. No estrujes tu masa pensante, deja que vaya soltando suavemente lo que tenga a bien rememorar. Y que esta propuesta del libro no te cause desasosiego. Es un reconocimiento del valor de tus colaboraciones, y del aprecio que reciben de las gentes de Arija.


El libro

Lo de editar un libro, lo dejo en manos de los administradores de la Web (no tengo criterio para saber si mis escritos merecen la pena); me limito a colaborar en todo lo que pueda referente a la historia de Arija.- Por mi parte... "luz verde".-


Desde Quintanamanil

ACSAQUI, Asociación Cultural Santa Águeda de Quintanamanil, os felicita por vuestra página a la vez que agradece el trabajo tan digno que publicáis; nosotros el año pasado ya recogimos en nuestra revista "Ontarada" el relato de Quin, el cual ha recibido multitud de halagos de la gente, que recuerda con nostalgia el río Virga, el puente y el camino que unía La Población (Campoo de Yuso) con Arija.

Este año estamos liados con el número siguiente y siempre indagamos en vuestros avances ya que claramente vais por delante. Enhorabuena.

Un abrazo: Antonio Ruiz