Los futbolistas(5)
Por “Quin” 07/08/2016
Los jugadores que componían el equipo de fútbol del Arija F.C. destilaban humanidad.
Estaban incrustados en la vida del pueblo. Eran del pueblo. En el pueblo se sentía toda la estructura del fútbol como algo familiar.
El fútbol era una diversión.
Participaban en el espectáculo deportivo todas las gentes de Arija, como si el club fuese algo propio y lúdico.
Los jugadores; las madres de los jugadores; las novias de los jugadores; los amigos de los jugadores; las chicas adolescentes enamoradas de los jugadores; los niños que jugaban en los patios de las escuelas imitando a los jugadores; los chavales que querían ser como los jugadores; las gentes de los pueblos de alrededor de Arija que admiraban “las jugadas” de los jugadores, y todos los aficionados al deporte del fútbol disfrutaban del equipo del Arija F.C.
El equipo del Arija F.C. dio muchas alegrías a toda la comarca y potenciaba las fiestas del pueblo en los meses de Julio y Agosto, arrastrando a las gentes de pueblos cercanos y otros mucho más alejados que se acercaban en los trenes que La Robla ponía en circulación exclusivamente para asistir a las fiestas de Arija y ver “¡el partido!” que se anunciaba en los programas de fiestas.
El ambientillo del fútbol en Arija era alegría: muy humano, entrañable, cercano, lúdico, fiestero.
Ahora, el mundo del fútbol es todo tan… ¡mercantil!... tan… ¡artificial!... tan… ¡sofisticado!... tan… “querer ser campeón” casi solamente por “¡humillar!” a los aficionados del club de la ciudad que en la mente los hacemos “nuestros enemigos” que, directivos, jugadores y aficionados pasan del deporte como tal, pues el quedar en un campeonato “el segundo” ya es “¡un fracaso!”.
Quizás con la excepción del gran Club Atlético de Bilbao donde sus aficionados y seguidores todavía disfrutan del deporte del fútbol, aunque su equipo pierda. Muchas veces se despide al equipo contrario con una ¡gran ovación!, porque han jugado mejor.
Por eso, los clubs poderosos no dudan, a base de talonario, formar equipos potentes con jugadores que no importa de dónde sean; que no importa si sienten o no “a la ciudad”, si sienten o no “al club”, a pesar de que cuando meten un gol besan con frenesí al escudo de su camiseta (debe ser por lo que cobran); y si los fichajes de los jugadores son extravagantes o llamativos, mejor que mejor: los exhiben ante los aficionados como a “la mujer barbuda” se exhibe en el circo.
El fútbol se ha deshumanizado. No se vive la alegría de lo puramente deportivo.
Los jugadores que componían el equipo del Arija F.C., según salían de su trabajo, se iban incorporando al campo de fútbol para el entrenamiento.
El primero que solía llegar al campo era Ignacio Hermosa "Chacho", el portero. Después aparecía Ricardo Rapp "Ricardito", que jugaba de extremo derecha y a continuación aparecía Saturnino Lantarón "Rubio", un delantero centro estilo Zarra. Solo con estos tres jugadores y “León” que se incorporaba de inmediato ya estaba armado el jaleo futbolístico en los entrenamientos.
Después de dar unas cuantas vueltas al campo, “Ricardito”, animado y jaleado por “León”, corría la banda derecha y centraba incansable una y otra vez hacia la portería poniendo el balón “a huevo”, como se dice coloquialmente, para que “Rubio”, de un salto prodigioso lo rematase impecablemente, de cabeza, a la escuadra de la portería donde estaba de cancerbero “Chacho”.
Este portero, que no era un portero espectacular (hacía muy pocas “palomitas”), era más bien una “ardilla”, muy listo dentro de los tres palos. En los entrenamientos se adelantaba a la jugada, desbaratando los centros de “Ricardito” antes de que el balón llegase a la cabeza o a la bota de “Rubio” porque, si esperaba en la portería el remate de éste, era portero batido.
Creo recordar, si mi memoria no me traiciona, que “Rubio” tenía un diente de oro y cuando “Chacho” se adelantaba a los centros de “Ricardito” y desbarataba la jugada, Saturnino Lantarón “Rubio”, indolentemente pegaba una patada al aire y se reía socarronamente dejándose ver el diente de oro y como queriendo decir: ¡ay!... ¡si no sales de la portería!...
Después, según salían del trabajo de la Fábrica de Cristalería Española, o de otros trabajos, se iban incorporando los demás jugadores con la misma alegría, ganas y entusiasmo, como lo habían hecho los otros al saltar al campo.
FOTO IZQUIERDA: En la foto de la izquierda vemos al jugador del Arija F.C. Avelino Rodrigo, recibiendo un ramo de flores como capitán del equipo que en este partido jugó de portero (en otros partidos jugaba de defensa derecha que era lo habitual). La foto puede estar hecha en Barruelo de Santullán (Palencia) donde el Arija F.C. ganó una copa donada por el comercio de Barruelo el 27 de Agosto de 1944.
FOTO DERECHA: La foto de la derecha es Manuel Fernández Bustamante, como jugador “Manolo”, que jugaba de interior izquierda. La foto puede estar hecha en Vallejo de Orbó (Palencia).
CURIOSIDAD: Lo que parecen "palos blancos”, que están a la altura de la cabeza del primero a la izquierda, en la foto “saludo entre capitanes” es una atracción de feria para niños pequeños (lo que hace suponer que “el partido” se jugó el día de la fiesta del pueblo). Se llamaban “las barcas”. No son columpios. Eran dos “barcas”, una a cada extremo (una arriba y otra abajo), y daban vueltas muy lentamente. Con esta foto hay una pequeña confusión de fecha y sitio: no se sabe con certeza si es en el año 1940 en Arija o en el año 1944 en Barruelo de Santullán (Palencia).
“León”, un fino (de cuerpo y como jugador), habilidoso, alegre e inteligente jugador de fútbol, que jugaba de interior derecha, era "el cerebro del equipo”. Me admiraba la sencillez, la alegría y la autoridad con que jugaba los partidos y mandaba en sus compañeros sobre la colocación en el campo de juego.
Constantemente animaba a “Ricardito” para que corriese la banda derecha "a toda velocidad" y centrase el balón "a la altura del larguero", al estilo de Iriondo el famoso extremo derecha del Athletic de Bilbao.
“Ricardito” con “León” y con “Rubio” se entendía a las mil maravillas. Toda la delantera se entendía muy bien pero el triángulo “Ricardito”, “León”, “Rubio”, era letal para el equipo contrario.
Por la izquierda “Matabuena”, un interior que también hacía muy buenas jugadas y regates se combinaba perfectamente con “Rubio” y con “Marina” que, éste, aunque quedaba muy lejos de ser un “Piru Gaínza”, siempre hacía de las suyas metiendo muchos goles.
El inagotable “Isaac”, el mejor de todos en forma física y fortaleza, y en genio (con éste, cuando jugaba al fútbol pocas bromas, aunque no daba patadas ni codazos ¡ojo!...jugaba limpio pero con contundencia). Era un valladar rechazando los balones del equipo contrario, sobre todo de cabeza. Empujaba incansable los noventa minutos del partido bien secundado por “Avelino”, un mocetón de muy buenas maneras para el fútbol, y unos defensas que no dudaban en su cometido, lo primero el despeje a toda costa hacia el delantero. No mareaban la pelota como hacen hoy día. Aquel fútbol era más directo, muy diferente al “tiki - taka” actual. Tan “divertido” y “emocionante” como el de ahora, aunque tengo que decir que contra un equipo de hoy día de su misma categoría habrían perdido.
“Emiliano” y “Eliseo” se batían bien el cobre en la defensa arropando al voluminoso “Quique” y no se sabría bien a quien destacar más, quizá “Eliseo” tenía más fondo físico y empujaba más al equipo que “Emiliano”, que siempre ponía una enorme voluntad en el juego para ayudar a sus compañeros.
La foto de este equipo de fútbol del Arija F.C., corresponde al partido que jugó contra el Valmaseda el día 5 de Julio de 1944 por las fiestas de Cristalería Española.
Este equipo porta la camiseta color lila o violeta que, 72 años después de lucirla el Arija F. C., este año 2016 parece que se ha puesto de moda. Hay varios equipos que la quieren “imitar”. Solamente “imitar”, porque la del Arija F.C. era mucho más elegante.
Personas identificadas, Agachados: 1-del Naval de Reinosa, 2-Ricardo Rapp, 3-Saturnino Lantarón (Rubio), 4-León Rodríguez, 5-Josechu Rapp.
De pie: 6-Isaac Fernández Bustamante, 7-Emiliano Rodríguez, 8-Sainz, del Naval de Reinosa, 9-Antonio Martínez Ruiz, 10-Avelino Rodrigo (lleva un vendaje en la frente por temor al impacto de la correa del balón; sin embargo Saturnino Lantarón, alias “Rubio”, nunca se vendó la frente a pesar de que remataba mucho “de cabeza”, 11-Julián López (la vaca), 12-Ignacio Hermosa (‘Chacho’).
El mérito de estos jugadores que llegaron a formar “un gran equipo de fútbol”, se sustentaba en tres pilares: su enamoramiento total por este deporte, su constancia en los alegres entrenamientos, y la gran confraternidad que existía entre todos los jugadores que, siendo amigos, eran más que hermanos, formando “una piña”, y esto en los partidos se dejaba notar: era todo “un bloque” en la voluntad de jugar y... “ganar”.
FOTO IZQUIERDA: Arija-Vilga años 1940. Delante del bar de Amancio tomando unos vinos.- Personas identificadas: 1-x, 2-x, 3- Millán López, 4- Avelino Rodrigo (futbolista del Arija F.C.), 5-Saturnino Lantarón “Rubio” (tumbado, futbolista del Arija F.C.)
CURIOSIDAD: Después del "brindis" de estos amigos seguro que hubo unas cuantas "canturriadas". A lo mejor fue la celebración de una “buena goleada". Avelino Rodrigo jugaba en el Arija F.C. de defensa o medio volante, aunque algunas veces también lo hizo de portero. Saturnino Lantarón (“Rubio”), siempre jugó de delantero centro con un estilo parecido a Zarra, el jugador del Athletic Club de Bilbao (remataba muy bien de cabeza).
FOTO DERECHA: El interior izquierda del Arija F.C. Manuel Fernández Bustamante (en el fútbol “Manolo”) el año 1947 en Arija-Vilga andando por la nieve. Al fondo, el chalet del Director. Obsérvese el muro del fondo, como por la ventisca a la derecha se ve casi entero y a la izquierda se le ve casi tapado.
"CURIOSIDAD": Las nevadas en Arija generalmente iban acompañadas de grandes ventiscas y de grandes heladas. Obsérvese como “Manolo” y el otro que está en el fondo, van andando tan ricamente por encima de la nieve sin hundirse. Detrás de “Manolo” hay un caminito espalado para el tránsito de las personas, que por el espesor de la nieve nos indica que ésta nevada fue..."¡muy pequeña!".
Debemos hacer una mención especial de “Vitalina”, la mujer del futbolista del Arija F.C. Saturnino Lantarón (“Rubio”); y para ello, nada mejor que reproducir un reportaje de Cristina del Rio fechado el 18 de enero del 2.015 bajo el título de:
LA BORDADORA DE ARIJA
FOTO IZQUIERDA: Escuela de costura en La Campa, año 1945 en Arija-Vilga. Sentadas: 1-x, 2-Vitalina (novia de Saturnino Lantarón “Rubio” delantero centro del Arija F.C.), 3-x, 4-María Ruiz, 5-Nati, 6-x, 7-Basi, hija del guardamontes. De pie: 8-Melia López, 9-Mavita López.
CURIOSIDAD: Algunas de estas modistillas, que eran muy formales y trabajadoras, eran novias de jugadores del Arija F.C., como Vitalina, novia de Saturnino Lantarón (Rubio), felizmente casados y de larga vida (falleció en Avilés a los 90 años), o Melia López, otra chica muy formal que ha proporcionado varias fotos de fútbol a esta web de Arija.
Reportaje en “La Voz de Avilés”
Cristina del Rio
18 enero 201510:18
Cerca de 200 mujeres aprendieron a tejer y coser con 'Vita', la joven arijana que llegó a Jardín de Cantos con 25 años y que con 90 sigue al pie del cañón
Vita está hoy de celebración familiar porque el martes cumplirá noventa años. Nueve décadas en plena forma. Con algún que otro achaque, más testimonial que otra cosa, y que sirve de argumento a su familia para insistirle en que deje de coser. Pero no hay manera. Bordar, tejer, coser y hasta remendar es la vida de Vita. Lleva haciéndolo más de setenta años, tan solo interrumpidos por un problema de salud que fue el causante también de que dejara de dar clases.
Vitalina llegó desde el pueblo burgalés de Arija con 25 años y tan pronto como se asentó se puso a lo suyo, que era bordar. No le echó para atrás ni una ciudad desconocida ni un barrio nuevo. Ni siquiera su hija, que con un año reclamaba toda su atención. Vita es de las de antes. Puro nervio. Pura actividad. La vida contemplativa no va con ella y de la noche a la mañana montó un taller de bordado en el salón de su casa por el que, a lo largo de dos décadas, pasaron cerca de doscientas mujeres.
No lo había planificado antes de venir. El taller que tenía en Arija, el pueblo sostenido por la empresa Cristalería que decidió trasladar sus líneas de producción a Avilés y con ello a toda su plantilla, no entraba en sus planes de traslado. En realidad no lo había ni pensado. Pero sus vecinas sabían de su destreza y en aquel nuevo barrio, en el que todos eran conocidos, aprender se convertía además de en algo útil, en un divertido pasatiempo.
Sobre aquellas sillas plegables de madera, Vita no se guardaba ninguna enseñanza. Mostraba sin secretos y compartía las armas de toda buena bordadora. Ante todo, paciencia. Porque el bordado de antaño era un trabajo manual hecho con delicadeza, primor y otro tanto de atención.
Aquel gran salón, que ahora disfruta Vita en solitario, fue centro social del barrio. Tarde de confidencias femeninas alrededor de unos bastidores y unas agujas de tejer. Aprender y divertirse. Todo en uno hasta que la maestra tuvo que retirarse. En total fueron más de dos décadas de clases por las que pasaron cerca de doscientas alumnas.
Algunas le tributaron un homenaje recientemente. No todo el mundo llega a los noventa años y menos con salud para celebrarlo. Recordaron viejos tiempos y rindieron un cariñoso tributo a una burgalesa que todavía conserva el presente perfecto y el leísmo de su Castilla natal para expresarse.
No es de extrañar. Durante muchos años su barrio de Jardín de Cantos fue feudo arijano y aunque la segunda generación adoptó la forma de hablar del asturiano, a algunos como Vita se les siguen notando las raíces.
Casada con ‘El Rubio’
Vitalina, un nombre demasiado largo como para no recortarlo, enviudó hace unos trece años. Estuvo casada con Saturnino Lantarón, el ‘Rubio’, al que le hubiera gustado ganarse la vida como futbolista tras haber militado en equipos como el Burgos o la Real Sociedad pero al que su padre, jefe de producción en Cristalería, le obligó a trabajar en la fábrica. Con él tuvieron a Ana y ella le ha dado un yerno llanisco que le pondera todas sus virtudes –al parecer, muchas–, dos nietas y dos biznietos para los que sigue tejiendo sin parar. Sus jerseys y bufandas causan tanto furor como sus comidas. Debe ser que la destreza manual lo mismo resuelve una confección que un guiso. No hay plato que no le alaben y aunque se supone que el halago le gustará, a ella le resultan desmedidos porque no ve más mérito que el de ponerse hacerlo y hacerlo bien. Parte de culpa lo tiene su carácter castellano, apunta su yerno. Una forma de ser austera, bien entendida, que no le permite recrearse en vanidades ni lujos innecesarios.
Hoy Vita no va a cocinar. Ella quería hacer como hacía antes. Llevando al menos un plato los sábados y los domingos para unas comidas que reunían en casa de la hija a la familia y a una amiga de Vita, tras las que todos se divertían con un juego de cartas. Pero le han dicho que no. Hoy es su día y si bien las cervicales no se cargan tanto cocinando como tejiendo, la celebración del cumpleaños es sagrada y todos quieren brindar sin saber que luego hay que recoger. Un brindis por los noventa años y por el trabajo bien hecho.
FOTO IZQUIERDA: Casas de "La Campa" en Arija. Fecha: 5 de julio de 1936. Escuela de costura en la Campa. Personas identificadas: 1-x, 2-Nati Marlasca, 3-Elta López, 4-Melia López, 5-x, 6-x, 7-x, 8-Ignacia Rodríguez.
FOTO DERECHA:Lugar: Arija-Vilga. Fecha: hacia 1930, Escuela de costura de Doña Teodosia. Personas identificadas. Sentadas en primera fila: 1-Sabina (de Bricia), 2-Teodosia González, 3-, 4-Julia Calle (con zapatos comprados en Castro) Segunda fila: 5-Pilar González (en la máquina de coser), 6-x De pie: 7-María (la molinera), 8-x, 9-Concha Lantarón, 10-x, 11-x, 12-x, 13-Pilar García, 14-Eli ( de Carabeos, casada con un hermano de Celso Pérez).
Muchas de ¡aquellas modistillas de Arija! que, sacados de revistas de moda, se confeccionaban vestidos “a la última”, eran novias de los jugadores de fútbol del Arija F.C., y hacían unas bonitas parejas de enamorados. Después, en sus matrimonios, daban ejemplo a los jóvenes: por fieles a sus maridos, por leales a sus amistades, por trabajadoras, por honradas, por serviciales y por entregadas a sus familias.
Muchos jugadores de fútbol de hoy día también pudieran ser ¡maravillosos ejemplos!: como “ídolos” para los chavalines que juegan “a la pelota” en los patios de las escuelas; como jugadores de fútbol para los jóvenes que practican éste deporte; como bonitas parejas de enamorados para las adolescentes que sueñan con un “príncipe azul futbolista”, aunque no sean aficionadas al fútbol.
Como ejemplo de “príncipe futbolista de cuento” y parejas “de cine” entre los jugadores actuales hemos elegido a Antonella Roccuzzo y Lionel Messi porque… no me negaran ustedes que no hacen una ¡maravillosa pareja! …
¡Pero!…Con muchísima pena tengo que decir que, a muchos jugadores hay que sacarles la tarjeta roja por su comportamiento un tanto extravagante. Quizás por culpa del mismo club donde juegan, por eso del marketing, o por seguir modas absurdas importadas de no se sabe que países, como los “horrorosos tatuajes” que se prodigan afeando sus cuerpos; o los cambios de look aconsejados por sus peluqueros, para llamar la atención y ser más populares que los demás. Que todo ello, a la vista de los chavales aficionados al fútbol y admiradores de sus ídolos “¡echan a perder lo bonito que tienen a imitar!”, como deportistas y como personas.
¿Acaso no es ¡una maravilla!, ver a grandes jugadores del fútbol, de una forma “normal y elegante”, firmar balones a los chavales, como en estas dos fotografías de “Messi” y “Panizo”?
A José Luis López Panizo, elegante y mítico jugador de fútbol del Athletic Club de Bilbao y de la Selección Española, en la foto le vemos estampando su autógrafo en un balón de un chaval que le mira con asombro y mucha admiración. “Panizo” fue un ídolo de la chavalería aficionados al fútbol que ‘nunca olvidó sus humildes orígenes’. No se desquició, ni perturbó su vida privada por sus grandes éxitos deportivos. Con buen porte de futbolista, siempre elegante, sereno y tranquilo, tuvimos la suerte de verle paseando y “hablando con cualquiera” por las calles de Bilbao, Barakaldo y Portugalete.
Pero en esta vida trepidante, mercantilizada, sobre todo en el mundo del fútbol sacado de su contesto por jugadores ambiciosos, directivos todavía más ambiciosos, periodistas que se enloquecen solos por demostrar las cualidades de sus futbolistas y equipos preferidos, que a la vez arrastran a una enloquecida afición porque “una pelota” pase de un lado a otro de una raya blanca, hay que sacar ¡tarjeta roja! a este mundillo que se ha salido de madre.
Tarjeta roja y expulsión:¡por quitarse la camiseta!
A muchos, por ese afán de querer ser el número uno en llamar la atención, hay que sacarles la tarjeta roja porque “sus adornos” hacen a sus personas más a sucios que a deportistas.
No creo que estos futbolistas famosos se puedan llegar a creer que son… “reyes”, “ángeles” o “caballeros vengadores” pero… por esos signos que se tatúan “maltratando sus cuerpos”..., “¡si lo parece!”
También a usted, señor Messi, tenemos que sacarle la “tarjeta roja” porque después de admirarle durante años nos decepciona con su nuevo look. No me diga que “¡con esas pintas!”, es recomendable a los niños de las escuelas para que le imiten. Los niños se fijan muchísimo en sus “ídolos”, porque quieren ser “figuras” como ellos y este deseo que “siempre es para bien del chaval” ustedes lo decepcionan y ensombrecen. Por eso, los jugadores, “por respeto a los más pequeños”, deben cuidar sus modales y aspecto exterior.
Pero llevamos unos cuantos años de decepción con grandes clubs y grandes jugadores. Azuzados por “¡enloquecidos periodistas!” juegan en otra liga que la nuestra, que siempre fue divertida, deportiva, sin tanta trascendencia y siempre “sin ninguna violencia entre aficiones rivales”.