PARA CUBA
Sumario
- 1 DESDE CUBA…
- 2 EN CUBA…
- 3 El retrato de Don José Ruiz de Huidobro y Ruiz Salazar
- 4 EL FOTÓGRAFO PABLO ISIDRO DUOMARCO
- 5 ¡POR CUBA!...
- 6 Un tipo de cultura desaparecido
- 7 Actividad histórica: los orígenes de Castilla.
- 8 Un intenso legado artístico:
- 9 LA “TORRE DE LOJA” EN QUINTANA
- 10 “El tío Pepe”, “La cotorra cubana” y “La casa de Escalada”
- 11 ¡QUE VIVA CUBA!
- 12 UN BALAZO EN PLENO CONCIERTO
- 13 ¡HASTA SIEMPRE CUBA!
- 14 ¡ADIÓS CUBA!...Y… ¡MUCHAS GRACIAS!
DESDE CUBA…
… en el mes de Octubre del año 2.009 me escribió Juan F. García en este sitio web de Arija, parece ser que un poco sorprendido (también para mí ha sido una gran sorpresa sus escritos), al leer un relato que titulé “La Casa del Practicante” donde salían nombres de parientes suyos y cuyo texto enviado desde Cuba decía lo siguiente:
<< Hola Quin, hoy es el 9 de octubre de 2009 pero acabo de leer tu artículo sobre Irene Huidobro García "la Irene" que titulas "La Casa del Practicante". No sabes lo agradecido que estoy por su publicación. Yo soy sobrino nieto de su esposo Don José Ruiz de Huidobro y Ruiz Salazar. Tú eres la primera persona a la que oigo hablar de la “tía Irene" como la recuerdan en la familia los pocos que aún viven de los que en nuestra familia la conocieron con esa exactitud. Te agradecería infinitamente que hicieras contacto conmigo sobre este tema ya que estoy recopilando los datos de la familia y quisiera saber que pudieras aportarme, además de los de la tía Irene, de Pepe, como cariñosamente llamaban en la familia a su esposo José Ruiz de Huidobro Ruiz Salazar que era, como mi abuela, natural de Quintana de Valdivielso. Yo no soy español ni tengo el honor de vivir en esa ya que mi padre cuando era niño emigró a Cuba. Como vez también me interesa el hermano de Irene, D. Julio Huidobro del que dices emigró a Cuba.
Un abrazo Juan F. García (Juan FG) juanfgarc@yahoo.com>>
A esta petición hecha desde Cuba de Juan F. García no he contestado porque no mantengo correspondencia con nadie de la web, además de considerar que del esposo de Doña Irene Huidobro, Don José Ruiz de Huidobro y Ruiz Salazar pocos datos podía aportarle ya que Don José murió cuando yo era muy pequeño y, lo poco que sé de él, es solamente lo que me contaron su esposa Doña Irene y mi hermana María Luisa que todos los veranos, desde los seis años, los pasaba en Escalada con la “tía Irene”.-
El 31 de Mayo de este año 2.013 he vuelto a escribir otro relato con el título de “Localismos”, referente al pueblo burgalés de Escalada donde, otra vez, menciono a los parientes de Don Juan F.García y donde al final del relato hay una nota que dice:
Desde Cuba ha escrito Juan F. García con el siguiente mensaje:
<<Muchas gracias, muy interesante para mi ver fotos de mis tíos abuelos José Ruiz e Irene de Huidobro. La cotorra que menciona Quin en su relato se la llevó de regalo desde Cuba mi padre. Yo sabía cómo llegó la cotorra a Escalada pero no sabía su final >>...
EN CUBA…
…estará expectante Don Juan F. García por si le mando alguna información de lo que me pide pues parece estar muy interesado en la vida de sus parientes.-
En recuerdo y agradecimiento a Don José Ruiz de Huidobro y Doña Irene Huidobro García, pues fueron personas muy entrañables para nosotros y decisivos en nuestras vidas, tengo a bien escribirle una pequeña ampliación de lo que sé de ellos.
Lo hago públicamente porque sé que hay más personas también interesadas en sus vidas, sobre todo por los pueblos de El Almiñé de Valdivielso, Escalada, Cilleruelo de Bezana, Cabañas de Virtus y Arija, y también, por dejar constancia de un mundo, una cultura, un modo de vivir, una forma de ser que… “¡se nos ha ido!”.-
Los cuatro hijos de la familia Villasante Gárate que procede de Medina de Pomar (Burgos) se quedaron huérfanos de padre y madre a muy temprana edad, siendo acogidos en el hospicio para recibir educación y amparo.- Entre ellos se encontraba una chiquita de siete años de edad llamada Pilar.-
Como sabemos sus allegados, y aquí lo expongo, Don José y Doña Irene, no sé el motivo, no tuvieron hijos.-
Doña Irene, que en aquel tiempo vivía en Escalada (Burgos), deseaba tener una niña.- Como persona muy religiosa tenía amistad con las monjas del Monasterio de Santa Clara (las clarisas de Medina de Pomar) a cuyo convento se dirigió a pedir consejo para tomar en adopción a una niña. Las monjas la recomendaron una “dócil y obediente chiquilla de siete años de edad”, de nombre Pilar, y que muy recientemente se había quedado huérfana de ambos padres: de padre y de madre.-
A ésta chiquilla, Doña Irene se la llevó consigo a Escalada (Burgos), y posteriormente a la Fonda que los Rámila de Cilleruelo de Bezana tenían en Cabañas de Virtus: fue en tiempos de la inauguración del tren de vía estrecha de La Robla y cuando empezaba a funcionar la fábrica de Cristalería Española en Arija, recalando posteriormente en el Balneario de Valdelateja (Burgos) también propiedad de la familia Rámila y que Doña Irene dirigió con gran éxito de clientes de alto copete.- (Un “mandamás” del gobierno cubano de entonces, se pasó un verano inolvidable descansando en el Balneario de Valdelateja).-
Pilar, con un cariño inmenso, bajo la tutela de Doña Irene, bien aconsejada y mejor dirigida creció, como se dice, en edad, dignidad y gobierno, siendo para Doña Irene “un caso de parentesco espiritual muy especial, al que también pertenezco”: tan… ¡auténtico! y tan… ¡fuerte! que… después de la muerte de Don José Ruiz (¡el tío Pepe!), pero sobre todo Doña Irene Huidobro (¡la tía Irene!), siguen entre nosotros, si cabe, ¡aún más vivos que nunca!-
Todo el conocimiento que tengo de ellos, “con esa exactitud”, como dice Don Juan F. García, me viene por ese motivo.-
Tengo en mi poder, desde hace muchos años, que me dio la “tía Irene” en Arija, un retrato de Don José Ruiz de Huidobro y Ruiz Salazar, su esposo y tío abuelo de Don Juan F. García que, con mucho gusto lo saco a la luz pues sé que, incluso a coleccionistas de tarjetas postales o virtuosos de la fotografía antigua de Cantabria les puede llegar a interesar.-
El retrato de Don José Ruiz de Huidobro y Ruiz Salazar
Gracias a la petición de información que desde Cuba nos hace Don Juan F. García referente a su tío abuelo y a “¡esta maravilla que es Internet!”, siguiendo la pista del nombre “Duomarco” y del escudo impreso en relieve que tiene la cartulina de la foto, hemos podido averiguar algunos datos más sobre la fotografía de su tío abuelo y que, antes de ésta investigación, nosotros no sabíamos.-
Hemos averiguado, casi con toda seguridad, donde se hizo la foto, y quien fue el fotógrafo.-
Según un blog de Don José Antonio Torcida Valiente, coleccionista de tarjetas postales, que versa sobre fotógrafos y fotografía antigua de Cantabria, Pablo Isidro Duomarco, reabre con su nombre el estudio de la Plaza Vieja nº 4 en Santander, que anteriormente había pertenecido a otros fotógrafos, conservando “el escudo real impreso en relieve en las cartulinas de las fotografías” por lo que se deduce que mantenía en la propaganda la condición de “fotógrafo de la Casa Real de España”.- Posiblemente Duomarco retrataba a los Reyes de España cuando iban a veranear a Santander al “Palacio de la Magdalena”.-
También, gracias al blog de Don José Antonio Torcida podemos mostrar a Don Juan F. García el estudio fotográfico donde su tío abuelo en el año 1910 se hizo la foto, que es éste:
EL FOTÓGRAFO PABLO ISIDRO DUOMARCO
Pablo Isidro Duomarco, Santander (1870 – 1949). Recibió formación pictórica y a los 11 años ingresó como aprendiz en el estudio que Leandro regentaba con Pascual Urtasun (ambos fotógrafos profesionales). En esa época, el gabinete sufrió dos incendios: uno en 1877 y otro en 1884. Después de la muerte de Leandro y Urtasun, Duomarco compró el gabinete, lo reformó y lo inauguró en el año 1899.- Se dedicó a la fotografía de estudio y a la fotografía documental.
Fue también el primer fotógrafo que colaboró masivamente en la prensa, participando como redactor gráfico de La Ilustración Artística, Nuevo Mundo, Blanco y Negro, ABC y El Cantábrico. El incendio de 1941 destruyó su estudio, su casa y parte de su colección de negativos.
¡POR CUBA!...
…¡brindamos!, y nos atrevemos a contar algo de la historia de los parientes de Don Juan F. García, aunque algunos pasajes puedan adolecer de una exactitud irreprochable, por el paso del tiempo transcurrido, y por haber recibido la información que se transmite de otras personas.
Un tipo de cultura desaparecido
(Parte trasladado de descripciones en Internet)
Parece ser que, el tío abuelo de Don Juan F. García, “Don José Ruiz de Huidobro Ruiz Salazar”, que era natural de Quintana de Valdivielso (Burgos), como su abuela, “descendía de la nobleza del Valle de Valdivielso” (no sabemos su árbol genealógico ni nada de la historia de sus antepasados), con derecho a heredar la “Torre de Loja de Quintana” que, según una descripción de sus orígenes, cuando la torre estaba operativa, allá, por el siglo XVI, se componía de un conjunto formado por torre y diversas dependencias. La torre, que a fecha de hoy, año 2.013, aún sigue en pie, según se describe, tiene en su muro norte decoración heráldica y está rematada por un cuerpo almenado con cuatro torrecillas en las esquinas apoyadas en modillones. Perteneció a la familia Saravia de Rueda, Condes de Loja.
El siglo XVI es llamado en España «el siglo de oro de las bellas letras». El siglo XVI vio a España y Portugal explorar el denominado «Nuevo Mundo». El Imperio Español fue el primer imperio en poseer dominios más allá de su continente, como por ejemplo: Cuba.-
Actividad histórica: los orígenes de Castilla.
Su dificultoso acceso hizo que el Valle fuera un bastión invulnerable en las épocas de conflicto. El nombre de Valdivielso aparece escrito en documentos, por vez primera, tras la caída del mundo visigodo.
En la época romana y medieval, el Valle fue un lugar de paso y unión entre los páramos castellanos y el mar Cantábrico, como así lo atestigua la calzada que sube desde El Almiñé. Esta antigua vía de comunicación era una parte del Camino Real que unía Burgos y Laredo, por donde caminó Carlos V en su destierro hacia el monasterio de Yuste. La calzada también fue denominada posteriormente como la Ruta de la Lana.
En el siglo IX una legión de eremitas toma el Valle. Ocupan cuevas y abrigos, habitando minúsculos eremitorios en los más apartados rincones, lo mismo que ocurre en el Valle de Valderredible, muy cercano, donde se dice que se inició el idioma castellano. Pero los monjes de San Pedro de Tejada tienen vocación comunitaria: crean parroquias, auspician la repoblación y controlan pequeños núcleos campesinos: las "comunidades de aldea".
Durante el siglo XIII el Monasterio de San Salvador de Oña extiende su largo brazo protector sobre Valdivielso. Es el momento de su plena incorporación al Condado de Castilla. Ya forma parte del Concejo Mayor de las Merindades de Castilla la Vieja.
Sus regidores, fieles a ancestrales costumbres paganas, se reúnen en la Dehesa de Quecedo "debajo de una encina", donde deciden el futuro de la Merindad. Este pequeño Valle junto con el “Valle de Sedano” (donde nací, y al que pertenece el pueblo de Escalada) y el “Valle de Valderredible”, todos colindantes, han tenido gran importancia en el desarrollo histórico de Castilla y buena muestra de ello son las abundantes casonas, torres y palacios.
Un intenso legado artístico:
Valdivielso conserva de su pasado un valioso patrimonio, en el que la arquitectura románica es su pieza esencial: de primer orden son las iglesias de Valdenoceda y El Almiñé y, por encima de cualquier otro monumento, la iglesia de San Pedro de Tejada en Puente Arenas, preciosa joya del románico universal. Pero además de ellas en el Valle encontramos numerosas iglesias, que pese al paso del tiempo han conservado elementos románicos y góticos.
El ejemplo más primitivo de la arquitectura fortificada lo encontramos en el inaccesible castillo de Toba. En algunas poblaciones del Valle, como Valdenoceda, Quintana, Población, Valhermosa, y Quecedo se elevan sus torres defensivas. Los palacios y casas armeras que aparecen en todos los pueblos, son testigos de la antigua condición de hidalgos de la mayoría de sus vecinos y de los numerosos linajes que tuvieron por cuna el Valle.
La arquitectura popular sintetiza los elementos traídos del Norte y de los páramos en una mezcolanza variada y sorprendente, recibiendo mayor influencia de la casa montañesa. El modelo de casa responde a una construcción de planta rectangular, con una o dos alturas, con gruesos muros de piedra de mampostería encalada y escasos vanos que aparecen recercados por sillar, al igual que en las esquinas de las casas, y con un tejado a dos o cuatro aguas, en función de si la casa se adosa a otras formando una hilera o calle.
LA “TORRE DE LOJA” EN QUINTANA
Las informaciones que tengo de la “Torre de Loja de Quintana” las tengo muy confusas. No sé qué tiene que ver Orosio Huidobro hermano de Doña Irene con ella.- Lo cierto es que, como se ve en la foto de la tarjeta postal que publicamos, tenía un sello en el anverso de la postal con su nombre. Tengo noticias, nada fiables, de que uno de los últimos propietarios de la Torre de Loja fue, o es, un Jefe de la Casa Civil de “Franco”: el Marqués de la Casa de Loja, que la compró para tener representación física del título nobiliario de “marquesado” que le concedió Francisco Franco por sus servicios de posguerra.-
Los títulos nobiliarios fueron legalmente abolidos durante la II República Española mediante el artículo nº 25 de la Constitución de la II República Española de 1931, restaurándose en 1947 con la promulgación de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, por la que el general Francisco Franco, se arrogó, como regente de España, el derecho de reconocer y conceder títulos nobiliarios.
Todas estas construcciones para sus propietarios han sido una ruina, pues es muy costoso mantenerlas en pie y tenerlas continuamente activas por lo que fueron paulatinamente abandonadas.
En un estudio del año 1.991 sobre el tema arquitectura, Temiño López-Muñiz y María Jesús, en un artículo titulado: HABITAT Y ENTORNO ECOLOGICO II (El Valle de Valdivielso - Burgos) en relación a las viviendas blasonadas como TORRES, CASAS-TORRES Y CASAS-PALACIOS menciona a la “Torre de Loja” como una ruina:
En primer lugar, he de destacar la “Torre de Loja” en “Quintana”. Su estado es lamentable, interiormente ha perdido toda su belleza arquitectónica. Estamos ante una verdadera ruina, sin perspectivas de cambio. Enclavada en un estupendo lugar, entre El Almiñé y Quintana, desde sus vanos se divisaba la Merindad y el discurrir del Ebro a lo largo del Valle. Las torres fueron numerosas en todo el Valle, actualmente se observan diversas fábricas, aunque su situación es muy variada. La conservación de estas construcciones ha contribuido a que su evolución haya influido muy directamente en la arquitectura de la zona.
También ha llegado hasta nosotros una torre situada en Valdenoceda similar a la de Quintana. Se encuentra en buen estado de conservación debido a la restauración llevada a cabo por sus actuales dueños. Es muy difícil mantener este tipo de edificios que han perdido la finalidad para la que fueron construidos.
En cuanto a Don Julio y Don Orosio, (en el relato “La Casa del practicante” le llamo Osorio, pero es Orosio) hermanos de Doña Irene, de los que me pide información Don Juan F. García, diré que también lo tengo algo confuso, pero sí sé, con toda seguridad, que el primero emigró a Cuba y el segundo a México.-
Los dos tuvieron unas vidas muy diferentes.
Según noticias que recibía “la tía Irene”, Don Julio se lo pasó muy mal en Cuba y cuentan que alguien le vio una vez en un rio lavándose y quitándose piojos del cuerpo y la cabeza.-
En cambio Don Orosio que emigró a México, se hizo millonario a cuenta de la “Guerra de Secesión de Texas”, comerciando con garbanzos.
Cuando la “Guerra de Secesión”, los comerciantes mexicanos mandaban grandes partidas de legumbres desde México a Texas, teniendo casi todos la mala suerte de que no llegaban a su destino pues los disidentes se las quemaban en el trayecto. Don Osorio se atrevió a comercializar con garbanzos, no sé si en trenes o en barcos y tuvo la suerte de que los rebeldes le respetaron todas las partidas que mandó, llegando a su destino y cobrando en dólares se hizo millonario.- Regresó a Madrid, abriendo un negocio con el que se arruinó, y se volvió a México sin volver a saberse nada más de él.-
En La Habana se editó una revista “Revista Semanal de la Colonia Montañesa” referente a emigrantes españoles de Cantabria donde, por pura casualidad, pudiera haber alguna reseña de ellos, aunque lo dudamos mucho.-
La revista “La Montaña” fue, como se indicaba en su cabecera, la Revista Semanal de la Colonia Montañesa, y se editó en La Habana entre 1915 y 1954 (Catálogo de Publicaciones Periódicas de Cantabria de la Biblioteca Municipal de Santander 1809-1996), aunque desde 1928 su aparición fue quincenal y en los años 40 y 50 fue variando entre mensual, bimensual y trimestral, hasta su desaparición.
El fotógrafo pictorialista de Reinosa, Julio García de la Puente fue durante varios años un asiduo colaborador en esta revista, tanto con sus fotografías, que protagonizaron varias portadas, como con artículos de divulgación histórica, principalmente sobre la comarca de Campoo.
Sobre la revista La Montaña se da la paradoja de que pese a editarse en Cuba, quizás fue la más importante revista gráfica dedicada a Cantabria de su tiempo.
“El tío Pepe”, “La cotorra cubana” y “La casa de Escalada”
Don José Ruiz de Huidobro y Ruiz Salazar, que a la sazón vivía en su casa de Escalada con su esposa Doña Irene, su fiel sirvienta Carmen Cos, y la chiquilla adoptada Pilar Villasante, era un señor serio, recio, de palabra firme, de aspecto respetable, aunque de buen trato, y muy suyo en costumbres y modo de vida, por lo que a su vez se le podía definir como… “un hombre de caprichos”.-
Nacido en Quintana de Valdivielso, fue recaudador por los pueblos del Valle de Valdebezana cuyo obligado pateo le hizo ser un gran conocedor de toda la comarca, en aquellos tiempos, de abundante caza: ¡su gran pasión!-
Tuvo también otra gran afición: “la fruticultura”.-
Como hombre de “caprichos”, le gustaba tener de cuanta clase de fruta pudieran dar las tierras de Escalada, aunque solamente fuese '“un sólo árbol de cada clase”.
En sus huertas tenía plantados árboles frutales de ciruelas claudias, ciruelas blancas, ciruelas “cojón de fraile”, ciruelas negras, ciruelas amarillas; una parra de uvas blancas, otra parra de uvas negras; cerezas blancas, cerezas negras, guindas, melocotones, albérchigos, membrillos, nísperos, manzanos y perales de varias clases, entre ellas un tipo de manzana dulce único de Escalada, “perucos”, avellanos, varios nogales, alguna colmena, endrinos, higueras, etc. etc.
También tenía unos huertos donde sembraba hortalizas para consumo propio tales como: patatas, alubias, berzas, lechugas, zanahorias, perejil, etc. etc.
Hace años, la fruta en Escalada y por todo el Valle de Sedano se daba muy sabrosa y en abundancia.- Hoy día, nadie sabe que está pasando pero los árboles que se plantan no llegan a la frondosidad y lozanía como los de antes secándose prematuramente. Incluso los pájaros, las mariposas y algunos insectos están desapareciendo y la planta de la manzanilla, antaño tan abundante por la zona, donde se recogían sus olorosas flores para hacer infusiones hoy día se ven muy pocas.- Se echa “la culpa” a los pesticidas, que están acabando con toda la flora y toda la fauna, pero también pudiera mucho tener que ver con el hecho, los desechos de los combustibles de los aviones y las radiaciones atómicas de ensayos nucleares y explosiones de centrales nucleares.-
Don José, en la cuadra, tenía un mulo y un paciente y sacrificado burro que le servían para realizar las tareas más sencillas de sus huertas y de su gran afición: “la caza”.-
Gran tirador, de tiro certero, mimaba su escopeta de un solo cañón, y cuidaba con verdadero cariño los superclases perros de caza que siempre tenía. Su lema de buen cazador era: “perro viejo y cazador cojo”, queriendo decir que había que cazar con perro experimentado y despacio, con tranquilidad, lo que hacía a la perfección pues tenía todo el tiempo del mundo.-
Siempre tenía “lo último” que sobre caza había en el mercado, fabricándose él mismo la munición; le encantaba que admirasen sus habilidades, pero no toleraba que nadie se inmiscuyera en sus asuntos.-
Me contaba “la tía Irene” que lo que más temían de él era cuando las decía: <<Mañana me voy a cazar>>.-
¡Virgen Santísima! La “tía” y su sirvienta Carmen estaban todo el día pensando en el trajín que las esperaba.-
Don José, se cogía al burro bien pertrechado de alforjas y otros menesteres para el caso y muy de mañana se subía al páramo regresando al anochecer cargado de liebres, conejos, perdices, codornices y otros especímenes de caza que por los páramos se le ponían a tiro.
La tarea de pelar, destripar, limpiar y conservar la caza era peliaguda y… en tiempos de caza, “el tío Pepe” lo debía hacer con bastante frecuencia, sin fallar nunca en su propósito de regresar a casa con las alforjas llenas de abundante y variada “mercancía”.-
Una de las cosas que más irritación le producía era que cualquier cazador le pidiera los perros prestados para ir a cazar.-Era superior a su ánimo, aunque lo disimulaba muy bien.- Los cazadores de Bilbao lo solían hacer cada vez que iban por Escalada: ¡Pepe, déjanos los perros por favor!
Era una enfermedad lo que sufría por dentro aunque, por cortesía y educación al final se los dejaba.-
Pero los perros, los tenía tan amaestrados y encariñados que solamente cazaban con su amo y nada más soltarlos de las jaulas los cazadores de Bilbao, desde muy lejos, los perros se volvían a Escalada junto a su amo con gran satisfacción del “tío Pepe”.
En esta casa de Escalada, “la tía Irene”, que en sus tareas y sus rezos era como una monjita de clausura, pero al aire libre, se encargaba de escabechar la caza, hacer de la fruta sabrosas mermeladas y confeccionar gratis, vestidos y abrigos a las señoras mayores de los pueblos cercanos.- Siempre estaba dando pequeñas cositas a los niños o a personas mayores que tenían necesidad: que si unos caramelos o dulces, que si cuatro manzanas, que si unas nueces, que si unas avellanas, que si un tarrito de miel o unas monedas; cualquiera que fuera a su casa se marchaba con algo entre las manos.
Iba a misa todos los días con su breviario y su rosario, que nunca dejó de rezar, y en sus rezos siempre estaba muy concentrada. Sentía muy hondamente “la pasión que Cristo sufrió en su calvario” a la que rezaba con inusitada devoción.- En la mesa, antes de las comidas, siempre tenía un recuerdo con una oración “por nuestros difuntos” y en los rosarios que rezaba con familiares no faltaba una mención a los “tres pastorcillos de Fátima” con una oración “por la paz del mundo” que pidió en las revelaciones la “Virgen de Fátima”.- Era también muy devota de Santa Gema Galgani.-
Como sabía de costura, guardaba en una pequeña habitación, en la parte baja de la casa, todos cuantos retales de telas, cintas, hilos y botones caían en sus manos; tantos que la pequeña habitación parecía una mercería. Al salir de la iglesia siempre se encontraba con alguna mujeruca con necesidad de alguna confección más difícil de lo normal, a la que gustosamente “la tía Irene” se ofrecía de una forma gratuita.-
Tengo, desde muy pequeño, indeleble en el recuerdo, a una señora del pueblo de Turzo (Burgos), que era coja con una “pata de palo”, que la bordó con la máquina de coser unas bonitas flores en un abrigo.- Por supuesto, el abrigo, también se lo había confeccionado, gratis, la “tía Irene”.-
De la “tía Irene” hay muchísimas más cosas que se pudieran contar de su larga y activa vida pasada por Escalada, Valdelateja, Cabañas de Virtus, Soncillo, Cilleruelo de Bezana y Arija. Algunas ya las hemos contado en otros relatos y otras las guardamos para nuestra intimidad. A destacar, el rezo del Santo Rosario que muy gustosamente y por iniciativa propia (algo tenía la “tía Irene” que los atrapaba en sus rezos) hacían los maquinistas y fogoneros del tren de la Robla en los fríos inviernos de grandes nevadas en Cabañas de Virtus.
La casa de Escalada, como casi todas las casas de los pueblos, tenía esos misteriosos rincones que sirven a los niños menores de diez años para forjarse un alma recia o morirse de miedo.- Tenía, en lo más recóndito de la casa, una cocina con lar donde sus moradores en los largos inviernos se refugiaban del frio y las tormentas.-
Los días de grandes tormentas, con aparato de rayos y truenos, la casa siempre se quedaba a oscuras. Se andaba por la casa con velas de cera de abejas cuya luz oscilante que desprendía el pábilo se reflejaba fantasmagóricamente en el rostro de quien la llevaba, produciéndote siempre “¡un gran sobresalto!” cuando se acercaban a ti.-
En banquitos de madera, alrededor de la lumbre, las sombras de los que allí estaban se proyectaban alargadas y amenazantes cuando el que las proyectaba se movía.- Detrás de grandes cortinones de estampada cretona se ocultaba el cuarto oscuro de la leña. Cuando te mandaban coger un tronco para alimentar el fuego, te quedabas a oscuras detrás de la cortina y siempre tropezabas con alguna rama que te arañaba y cogían la ropa con sus pinchos y púas haciéndote pensar que había alguien por detrás que en la oscuridad… ¡quería agarrarte!... Al echar la leña al fuego para alimentar la hoguera, chisporroteaban las llamas, y no era difícil coincidir con un relámpago seguido de un “¡estruendoso trueno!” que te hacían temblar las piernas del miedo.-
Algún día hasta te mandaban ir a por el trébede que estaba en la parte de abajo de la casa, en la cuadra, donde estaban el mulo y el burro.- Al bajar por las escaleras de madera, alumbrado por la luz de la vela, además de toda clase de sombras sospechosas, oías ruidos no menos misteriosos, como el crujir de algún peldaño de la escalera de madera, y ya en la cuadra el susto te lo daba algún pajarraco que salía revoloteando inesperadamente o algún ratoncito que los oías chillar pero nunca sabias donde estaban.- El remate final para hacerte fuerte o morir en el instante al coger el trébede, era ver brillar en la oscuridad los ojos de algún gato que se había refugiado del frio, al mismo tiempo que se le ocurría al burro, o al mulo, nunca sabías quién había sido, lanzar al aire el más estruendoso de sus rebuznos.-
La cotorra que desde Cuba le llevó de regalo a Don José el padre de Don Juan F. García, era la alegría y el entretenimiento de la casa. Volaba suelta por toda la casa, se posaba en los hombros, se posaba en la barandilla del balcón, acudía presta a las llamadas que la hacían, llegándose a creer la “tía Irene” que había conseguido domesticarla totalmente.-
La “tía Irene” la había acostumbrado a que se la posara en el hombro para darla con la boca “patatitas cocidas” al mismo tiempo que la repetía una y otra vez: << ¡patatitas!, ¡patatitas para la cotorrita!>>-
La cotorra llegó a imitar, pero que muy bien, la frase, y se pasaba el día repitiendo: “patatitas”, “patatitas", "patatitas”.- La “tía Irene”, muchas veces, en vez de darla patatitas, la pedía que la diera un beso, y la cotorrita por la costumbre de comer las patatitas en la boca, la acercaba el pico a los labios y parecía que la besaba de verdad.-
Un día, aunque parezca un chiste es verdad, la chica Pilar, quiso hacer lo mismo que hacía la “tía Irene”. Cuando la cotorrita se la posó en el hombro la pidió que la diera un beso: ¡cotorrita dame un beso!- La cotorrita arrimó el piquito a su boca por como la había acostumbrado la “tía Irene” pero en vez de darla un beso la pegó a Pilar en los labios ¡tal picotazo!... que vio las estrellas más gordas del firmamento.- Eso no se lo perdonó y cogiendo una escoba la siguió por toda la casa para darla el escobazo más grande que saliera de su mano.- La pegó tal recorrido por toda la casa que la cotorrita, en la refriega, perdió unas cuantas plumas.- La cotorrita ¡jadeaba! y ya no sabía dónde posarse porque la escoba se la aparecía de frente por todos los sitios.- En esto que entró Doña Irene y viendo a la cotorrita tan alborotada y tan jadeante la llamó: <<¡cotorrita!, ¿qué te pasa?, ¿qué la pasa a mi cotorrita?>>, y posándose en su hombro la cotorrita se salvó de un buen escobazo pues ante la presencia de la “tía Irene”, la chiquita Pilar, tuvo que desistir de vengarse del “¡gran picotazo!”.-
¡QUE VIVA CUBA!
En tiempos, cuando la fábrica de Cristalería Española estaba en todo su apogeo, las gentes de Arija se divirtieron muchísimo con las canciones del cantante cubano Antonio Machín, llegando a tener verdadera adoración por este cantante.
Cualquier cuadrilla de amigos se juntaba en las fiestas para deleitarse entre ellos mismos cantando un buen repertorio de sus canciones, pero en una de las cuadrillas había uno que era un genial imitador del artista. Este se llamaba Cecilio Rodríguez, más conocido con el sobrenombre de “Ceci”.- Con sendas maracas, al igual que el maestro, cantaba en los bares y en el escenario del salón del baile que, si no mirabas, pensabas que estaba allí el mismísimo Antonio Machín. Sobre todo bordaba las canciones de “Madrecita”, “Bésame mucho”, “Dos gardenias” y “Angelitos negros”. Era un deleite escucharle y Antonio Machín estaba presente en todas las fiestas cantado por las cuadrillas de mozos.-
UN BALAZO EN PLENO CONCIERTO
Leo una noticia en un periódico sobre un cantante que dice: <<El “funk brasileño” es tan violento y misógino como el “gangsta rap”. Su última víctima, Mc Daleste, ha muerto de un tiro en el escenario. Letras como: “Estoy preparado para lo peor, puedo ser preso o puedo morir”. El “funk carioca” no goza de muy buena fama. Su baile erótico, al igual que sus letras, a menudo obscenas, misóginas con un marcado contenido sexual y de apologías del crimen, el consumo o el tráfico de drogas le hacen objeto de críticas, como ocurre en el caso de géneros como el reggaetón y el gangsta rap.>>
Con este tipo de canciones se desprecia a la mujer “que es para el hombre un regalo de Dios”, maravillosa en todos sus estados, y se aumenta la llamada “violencia de género” que es una aberración del hombre que hay que erradicar sin paliativos.-
¡Que cultura musical tan diferente!, de estos jóvenes del funk, a las canciones del cubano Antonio Machín que tanto nos hizo disfrutar con ellas por Arija entre los años 47 – 52, cuando éramos jóvenes y cantábamos en grupo por las tabernas en los días de fiesta con nuestros corazones enamoradizos.-
Aquellas letras de las canciones de Machín que destilaban romanticismo y amor hacia la mujer como: “Madrecita”, “Toda una vida”, “No me vayas a engañar”, “Quizás, quizás, quizás”, “Ay de mí”, “Bésame mucho”, “Será por eso”, “Amar y vivir”, “Dos gardenias”, “Angelitos negros”, y tantas y tantas otras…
Y qué podemos decir de las letras de las “habaneras”, todo romanticismo, sin violencia.
Respecto a las “habaneras” hay diversas opiniones sobre su origen.- Lo cierto es que nació en Cuba, según Pedrell, y su ritmo nos recuerda a la “danza cubana”, de la que bien pudo nacer con influencia del antiguo “tango” de España y Cuba.- Es que, como dice el etnólogo y antropólogo cubano Fernando Ortiz Fernández, <<la verdadera historia de Cuba es la de sus intrincadísimas transculturaciones>>.
Con títulos inolvidables como: “Ven Paquita”, “La Bella Lola”, “La Carolina”, “Me voy a ultramar”, “En un velero”, “La Paloma”, “El Arreglito”, “A La Habana me voy niño”, “Quién lo había de decir”, “Mi madre fue una mulata” o “Ya salen del puerto”, las gentes se han divertido muchísimo.
Todavía me resuena en los oídos la música y la letra de “La Paloma”, cuando a mis siete años, en las fiestas de Sedano (Burgos), jugando por los soportales de la plaza nos metíamos entre los que bailaban, comiendo caramelos y brincando de gozo por ser las fiestas del pueblo y escuchando, una y otra vez, “La Paloma” que los altavoces lanzaban al aire machaconamente.-
¡HASTA SIEMPRE CUBA!
Sobre la “violencia de género” una profesora titular de un departamento de psicología ha dicho:
<<Los mitos del amor romántico están a menudo en la base de la violencia>>
<<El cuerpo de creencias, el “la maté porque era mía”, es común a todas las culturas>>
<<Eso que entendemos y nos venden como amor romántico creemos que es un elemento predictor en sentido negativo.- Es lo que llamamos “la fuerza del amor”, esa mujer que de entrada apuesta mucho por una relación. El flechazo a tope, para entendernos. Cuanto más rápido es el enamoramiento más falso es, porque no da tiempo a conocerse y los mecanismos son ilusorios. En el 90% de los casos, cuanto más potente es esa entrada en el amor, más vigentes están los mitos, y más se tarda en ver lo que realmente es, y cuesta más dar marcha atrás, porque se ha invertido mucho>>.
Particularmente, no estoy de acuerdo con esas aseveraciones. El amor romántico y los flechados en el amor, es lo más bonito que puede pasar en la juventud: sobre todo si "Cupido" toca a la vez el corazón de los dos tortolitos.- Pensamos que en esos casos, jamás habrá “violencia de género”.-
Más bien, la “violencia de género” viene por esos otros “falsos amores” que cultivan “enfermizos celos” por la permisividad en matrimonios y parejas que nos difunden periódicos, revistas, televisiones, sexólogos, psicólogos, predicadores del “sexo es vida” y “¡otros expertos!” que nos inducen a hacer y actuar como no queremos, pues si no, dicen, no podemos ser felices (¡una gran mentira!).- Si a eso añadimos la desesperación de matrimonios y gente joven empobrecidos, sin seguridad ni salida a un futuro por falta de entrada en sus hogares de “dinero”, que es el motor y alegría para vivir en este mundo de forma material, ya tenemos una “bomba para la violencia de género “.
El reparto de “dinero” a los que no lo tienen, que darían actividad económica al reactivar el consumo, y no proteger más a los que ya lo tienen que fomentan extravagancias, tiene mucho que ver la política y los políticos.-
Los políticos, siempre divididos en dos bandos, cuando tienen el poder, a pesar de las promesas electorales, siempre se olvidan y hacen muy poco por los que se encuentran en dificultades.-
Se calcula que el 30% de las mujeres del mundo serán víctimas de la “violencia de género”. El cuerpo de creencias misógino, el “la maté porque era mía” es común a todas las culturas pero el hombre, como no, incluidos los maltratadores, países islámicos y estamentos que denigran a la mujer, deberán cambiar el concepto de posesión y rol de las mujeres, para lo cual, hacemos nuestra la frase del Papa Francisco: <<NO ES UNA ÉPOCA DE CAMBIOS, SINO UN CAMBIO DE ÉPOCA>>
¡ADIÓS CUBA!...Y… ¡MUCHAS GRACIAS!
…por esos… “¡grandes músicos!” y esas… “¡maravillosas canciones!” que nos das y nos inducen a “piropear y amar a las mujeres”: ¡ese maravilloso regalo que Dios hizo al hombre!-
Los boleros y los tangos tienen mucho de "amor", que en otros estilos no encontramos.-Dicen verdades como puños, como esta canción del inolvidable "Antonio Machín"
"COMPROMISO"
Sin firmar un documento,
ni mediar un previo aviso,
sin cruzar un juramento,
hemos hecho un compromiso.
Sin promesas nos marchamos,
ni te obligas ni me obligo,
y aún así sé que soñamos,
tú conmigo, yo contigo.
Tu destino es como el mío,
si eres vela, yo soy viento;
si eres cauce, yo soy río;
si eres llaga, yo lamento.
Nadie habló de enamorarnos,
pero Dios así lo quiso,
y tan solo de tratarnos
ha nacido un compromiso.
Tu destino es como el mío,
si eres vela, yo soy viento;
si eres cauce, yo soy río;
si eres llaga, yo lamento.
Nadie habló de enamorarnos,
pero Dios así lo quiso,
y tan solo de tratarnos
ha nacido un compromiso.
Desde ARIJA (Burgos – España) para CUBA, en el mes de Agosto del año 2.013.
Con un corazón abierto y todo el cariño posible.
“QUIN”